domingo, julio 07, 2019

Para mi mamá, (se lo debía)

Las habrá
de todo tipo.

Madres.

Ella no es perfecta,
de hecho, discutimos,

acaloradamente,

interrumpimos la comunicación
-o incomunicación, según se vea-,
cada tanto;

las hay

más cariñosas,
más o menos atentas,

más o menos ocupadas,
demasiado ocupadas
en el cuidado
de sus hijos,

en ese intento vano
de rodearlos, si fuera posible,
dentro de una especie de halo protector,

un cubículo inexpugnable,

a salvo de todo daño,
desde un insulto, hasta penas del alma,
desde un resfrío, hasta enfermedades mucho más graves,
desde una desilusión a un maltrato,

así,
durante toda la vida.

¡Claro, son madres!,
-dirán- ¡si los hijos son parte de ellas!;

yo digo que aun así,
no todas están dispuestas
ni disponibles,

no todas, tan pendientes,
tratando de cubrir, de saciar,
de calmar,

aquellas carencias, necesidades
que sus niños -y no tan niños-,
en apariencia o en verdad,

padecen;

tal vez, no sea tan bueno,
quizás, hasta perjudicial

¿pero cómo no entenderlas,
 cómo no valorarlas
 y tener esa certeza, inexorable,
de que muchos de nosotros no hacemos ni haríamos tanto
por ellas?

por eso,

cuando parten,

mucho de nosotros
va con ellas.

Van esos experimentos de cocina,
si fuiste el mayor,

varios, con resultados nada buenos,

más tarde...¡formidables!;

también,
fuiste, sos,
el más cuidado,
el que más preocupa y ocupa,

muchas veces,
te sentiste, te sentís agobiado,
enojado

y es lógico.

Pero pasan los años
y ahí, recién lo ves,

ves todo,
como si cada imagen se reprodujera
delante de tus ojos,

esa mano, helada,
asomando de las mantas,
acunándote, cuando llorabas,

esa visita urgente al médico,
ese temor ante unos grados de fiebre,

la cama "grande"
toda para vos,

también, las figuritas,
las visitas de la abuela,

los juegos de cartas,
las palabras,
las tantas atenciones,

todo aquello te curaba
antes que los medicamentos.

Me tocó tener
una de esas madres,

no puedo mencionar
que me quedé sin...jabón
¡y no exagero!

cuando voy a visitarla,
me esperan, no solo jabones
sino, de paso, medias,
alguna que otra cosa
que considera puedo necesitar,

cualquier alimento o lo que sea
que no se consiga en mi barrio;

¡que no me falte nada!

nada me falta,
nada pero nada me faltará,
mamá,

mientras tu amor,
hoy aquí,

y mañana...
donde sea,

viva dentro mío.






Cristina Del Gaudio

Seguidores