domingo, septiembre 15, 2019

Los espacio-agujeros

Hay mil maneras:

puedo salir
ahora mismo,

mirar desde el balcón
tantos edificios,

recrear a tantos seres
detrás de tanto cemento;

tantas vidas
deshilachadas,

tantas vidas
¿dichosas?

tantas vidas.

Tantas muertes
en vida;

puedo no salir

y quedarme detrás,
siempre detrás,

como esos personajes teatrales
que apenas, son relleno,

bailan, caminan, fingen que conversan,
como parte del decorado;

así, puedo pasarme días,
tal vez, años;

o puedo creerme la protagonista
de aquella historia

sobre todo cuando me propongo recordar
ciertos detalles, ciertos olores,
ciertos sabores

que la convirtieron
o hicieron que yo la convirtiera
en una novela de amor

más real que la realidad misma,
mucho más ficticia
que la ficción
que luego organicé en mi cabeza

y trasladé o intenté trasladar
al papel,
a la pantalla.

Puedo imaginar,
desear,

no sé, quizás, eso: desear
que hubiera sido cierto.

Que ese extracto del pasado se hubiera quedado,
que no hubiera cumplido su ancestral rol de depredador,
ávido de tantos afanes,

especialista en dejar esos espacio-agujeros entre-líneas,
entre-mentes/almas;

puedo decir que te pienso

pero de inmediato se atribuiría al hecho
de que es domingo,
de que estoy sola,

de que la brisa cálida
incita a revolver en la antigua correspondencia,

así,
se hayan ajado esas viejas hojas,

así,
tantos otoños transcurridos
hubieran acabado con ellas,

desparramando tinta,
siluetas de lágrimas
aquí, allá, más lejos, uhhh, ¡tan lejos!

insisto, puedo salir,
aun, convencerme de que el aire de la ciudad es puro,

que renueva mis pensamientos,
agiliza el cuerpo,

esconde, por un rato,
los recuerdos;

o imaginar que viajo
junto a aquel pájaro,
-quizás, sea el mismo-

hacia lugares que hoy no sé
si deseo conocer;

porque siento de un modo muy distinto,
tal vez, me cansé de sentir lo que sentía,
de extrañarte como lo hacía,
de pensarte,

de esperar,

de esperar inútilmente.

También, de fingir que no te sentía,
que no te extrañaba,
que no te esperaba,

-confieso haberlo hecho
por largo tiempo-,

pero hoy,
en este instante,

ni siquiera.


Cristina Del Gaudio

Seguidores