martes, diciembre 01, 2020

Ni un solo pensamiento que no te fuera destinado

 ¡Tanto, tanto pero tanto

 te amé!


mas lograste

con tus mentiras,

a la par

de tu "sinceridad" ultrajante,


apartarme;


días,

meses,

¡años!

pasaron


y yo 


esperando


esperando un cambio,

una palabra,

unas líneas;


algo que aclarara en mi tortuosa cabeza

lo que en realidad ya sabía,


lo que no quería saber

pero sabía;


¡pensar que no había en mi razón

ni un solo pensamiento,

ni un solo sentimiento

que no te fuera destinado,


que no tuviera resabios

de aquello que creí que sucedió


así, no haya sucedido nada!


-no en vos, al menos-.


En las calles,

en todas las calles, donde fuera,


allí

estabas;


en cualquier parte

se reflejaba tu figura alta, 

inigualable,

la sonrisa de esa boca perfecta,


su recuerdo,

enmarcado en un cristal 

que creí incorruptible


me había impulsado a seguir creyendo

en tantas cuestiones,


¡en la vida!


¡en el amor, en aquel tipo de amor,

el único que mi espíritu, mi cuerpo,

mi cabeza

concebían!


te adoré hasta desangrarme,

así, no derramara ni una sola gota,


todo se diluyó,


se tornó vacío, estéril

cuando te fuiste


aunque, en verdad, no habías estado;


no esta vez,

sí en aquellos años 

que me obstiné en recuperar


inútilmente.


Lastima, claro que lastima,

eriza la piel,


irrita,

entristece,


lacera

toda posibilidad de volver a intentar

algo parecido


el haber tomado conciencia

de esa inesperada, ¿ansiada?

extinción en mí

de tan avasallador sentir;


cuando durante tan largo tiempo


¡te amé tanto, tanto,

pero tanto!




Cristina Del Gaudio

Seguidores