No hay tapiz ni alfombra
que puedan
con ese manto amarillo-ocre
que invade veredas, calles, jardines;
crujiente, esperanzador otoño
siempre te espero
y siempre regresás;
el Universo
parece imprimir toda su magnitud
en cada una de las especies, árboles, arbustos;
miles de hojas secas
caen
para que estallen nuevos brotes.
Al igual que en la vida,
el otoño no es el antecesor de la muerte;
es cambio,
invitación a una nueva etapa,
¡renacimiento!
que se ocultará un tiempo
detrás del telón,
para salir a escena con todo su potencial:
¡esa incomparable
energía verde!