"Me río por no llorar",
afirmamos muchas veces;
porque la vida cuesta,
salir de la cama es, en ocasiones,
todo un trabajo;
¡ni hablar
de lo demás!
en otras situaciones, otros días,
¡un salto animado a lo que vendrá!
reímos
frente a aquellos que amamos;
reímos
en las fotografías;
y lloramos de espaldas
a ellos, a otras personas, al mundo;
¡a la vida!
¡lloremos de frente,
lloremos por las calles,
por los bares,
en cada sitio al que vayamos,
delante de quien sea!
¡Lloremos,
llorémoslo todo!
el llanto no es cobardía,
tampoco, un simple desahogo!
el llanto
es limpieza interior,
son ojos nuevos, frescos
listos para lo que vendrá
y también
para lo que no;
no riamos si no deseamos reír,
pues las lágrimas apenas, pueden disimularse
en la mirada;
¡y no está bien, no es sano
ocultar esos miedos, esa ansiedad,
ese grito imparable!
lloremos...para no reír
¿sería esto posible?
probemos.
Y entenderemos
lo contrario.