¿El amor?
recuerdo
esos instantes;
quizás, el vuelo
de nuestra imaginación
convertida en piel, en suspiros,
en pasión, ¡pura pasión!
¡loca pasión!
pero el amor
no es solo eso.
Es estar.
Es llorar
a la par, acompañar,
entender,
abrazar
sin preguntar nada,
¡solo abrazar!
contener.
De todos modos,
no basta.
El amor
es mucho más.
Si se ama de verdad
es con todo,
también, sin todo;
ser como se es,
respetando el modo de ser del otro;
jamás
intentar modificarse
mutuamente;
¡no es pretender
clonarlo a nuestra medida y requerimiento!
algunos, antes
no nos dimos cuenta de ello.
Otros
siguen sin captarlo
o lo captaron
pero no les importa;
así es como acaban
los que podrían ser o haber sido
grandes amores,
amores únicos,
para toda la vida.
Si ambos
no crecen juntos,
no sirve,
no basta.
El amor es un pacto tácito
y explícito.
¿Temer perder a alguien?
¿acaso se trata de un celular?
nada de egoísmos, ni temores,
ni miedos,
¡el amor es o debería ser
felicidad, paz, comprensión!
estimularse
entre sí,
no destruir, amenazar,
subestimar
a quien
se dice "amar";
amor es cuerpo,
fluidos, piel, líbido,
delirios, fantasías
mas también
y básicamente
un camino juntos,
convenido de antemano
o surgido
de esa comunión de almas.
Ni competencias,
ni reclamos permanentes,
ni persecuciones.
El amor
es...
amarse.
Ser uno junto al otro,
-sin despersonalizarse-.
Eso mismo:
uno
junto al otro.