Ella lo quería,
lo quiere,
-O así lo supone-,
¡porque no consigue quitárselo
de la mente, del corazón!
rueda como zombie
por la casa
sin destino,
sin sentido,
por inercia;
dejó de importarle
lo que siempre le importó;
dejó de soñar,
dejó de reír,
¡dejó de desear, de sentir,
de ser!
no sabe ni sabrá nunca
si se trata de una obsesión
o de un amor
de verdad;
o el hecho de su imposibilidad
hizo que se le volviera algo tan central
hasta alejarla
de todo lo demás,
de todos los demás,
de sí misma;
ella ¿lo quería?
¿lo quiere?
es probable,
si se habla de amor
cuando lo trastoca todo
y se experimenta
como una espada filosa
que roe y roe
el espíritu,
hasta desangrarlo;
no importa
cuál fue o es el sentimiento.
Ella ya no es ni será quien era,
no recuerda siquiera qué hacía, en qué pensaba antes de...
ni le preocupa
indagarlo;
sigue su rutina
a desgano,
el sol.
la lluvia,
el viento,
todo le da igual.
No puede quitarse
tremendo peso de encima.
Lo intentó
pero desistió del intento.
Ella
que reía por todo,
¡hoy llora
sin parar!
lágrimas que caen como piedras
hasta perforar los ojos.