¿Dónde estarás
ahora, justo ahora?
Imagino:
habrás finalizado
tu día de trabajo.
¿Seguirás
trabajando en el mismo sitio?
¿Trabajarás desde tu casa?
Sabía o creí saber tanto de vos
y hoy no sé casi nada;
solo tengo en mi cabeza,
en mi corazón,
esos ratitos,
esas charlas a escondidas
¿a escondidas de ellos
o de nosotros?
en fin,
sabía más o menos
cómo era tu día, si viajabas,
si estabas haciendo una u otra cosa.
Hoy
traslado aquel conocimiento,
aunque sé que como sucede a todos o a casi todos
tu mundo habrá cambiado,
tus horarios,
tus hábitos,
¿tu compañía?
tal vez siga siendo ella,
tal vez sea otra,
¿qué más da?
sigo tan lejos de vos
como cuando tenía aquella información:
no era lo que me acercaba,
era ese lazo que sostuvimos
e intentamos sostener
pero no fue posible
o lo fue
-o lo sigue siendo-
pero no quisimos,
no queremos,
no pudimos,
no podemos;
supimos, sabemos
de su imposibilidad,
es probable.
Tu vida de aquel tiempo
y de tiempos anteriores
muy anteriores
es lo que tengo,
es mi bitácora
para situarte,
imaginarte lejos pero cerca,
imaginarte
yendo o viniendo
de sitios que mencionabas
y yo aquí,
esperando el milagro
que nunca se produjo;
¡ese reencuentro tan planeado!
viniste y como si tal,
no pudimos concertar nada,
no pudimos ponernos de acuerdo
¡Y tal vez
fue la única, la última oportunidad!
dirás eso del entorno
que todos repiten como loros
últimamente;
probablemente,
tenga que ver con eso
aunque nunca nos importó
pero...
hoy no soy la misma
de pocos años atrás,
menos, la desde hace muchos más años,
en que todo parecía posible, a nuestro alcance,
con solo abrazarnos,
el sol, las estrellas, el universo
nos pertenecían
¡todo nos pertenecía!
así
solo ¡y nada menos!
nos tuviéramos
el uno al otro.