¿Por qué no tiembla
mi corazón
como ocurría
no hace tanto,
aunque sí...?
¿por qué no muero
de amor
tal como entonces?
finalmente,
¿estará bien esto de "soltar"?
en verdad,
no me lo propuse,
de pronto, sucedió;
confieso que extraño
aquellas sensaciones,
esos latidos imparables,
¡hasta ese dolor
cuando no entendías
o no querías
o no podías entender
lo que me pasaba!
¡lamento
haber dejado de amarte!,
realmente
lo lamento mucho.
Eras un gigantesco, incomparable
incentivo,
eras quien me llevaba
de la mano, sin saberlo,
hacia un pasado de ternura,
de mimos, caricias,
besos,
despreocupación,
risas,
promesas
no siempre ciertas
¡pero imposible desoírlas!
¿Qué importaba,
de todos modos?
cuando esos ojos maravillosos
brillaban de esa manera al mirarme,
cuando tus palabras, tus gestos,
colmaban de ilusión, de ganas,
de deseo,
mi día,
¡mi vida entera!
todo parecía más fácil
a tu lado
y lejos pero cerca
también;
todo parecía estar al alcance
de mis manos,
todo parecía eternizarse
con tu presencia,
con tu ausencia;
¿y hoy?
busco en esa fotografía
algo de todo aquel sentir
mas no hallo nada.
Miro por la ventana.
El invierno
lo invade todo,
convierte en gélida
aquella pasión que nos parecía inextinguible;
lluvia, viento, frío
pero ni una sola lágrima.