¿Será
esa pareja de enamorados
que caminan al unísono?
¿Será
esa hoja seca, descolorida,
rozándome el abrigo,
cual souvenir póstumo
del acogedor otoño?
¿Será
ese joven
que sin motivo, me devuelve la sonrisa
y me retorna a aquella,
tan tuya,
tan incomparablemente tuya?
¿Será
este frío
que penetra hasta en los huesos
pero no puede con el calor del corazón?
¿Será
el temor
a no hallar nunca más
el incentivo,
los reclamos del alma,
dormida, despierta,
día tras día,
otrora acallados por tu presencia-ausencia?
¿Será
que no encuentro en mí
lo que encontraba,
que algo me indica,
me impulsa
¡me empuja!
a un cambio,
a una salida de lo trillado,
un escape
de la asfixiante cotideaneidad?
en fin,
¿será el extrañarte
o el extrañarme?
¿será el recuerdo,
simplemente,
o el deseo
de que vuelvas,
de que volvamos,
de que avivemos las brasas
que nunca debimos dejar extinguir?
no sé.
Es todo
y es nada.
Tampoco estoy segura
si esta sensación, este nudo opresor
se limitarán
a unas horas, todo este día,
semanas,
¡años!.
Quizás,
provienen de hace mucho tiempo
y los invisibilicé
hasta que no pudo, no pude más
¡y ahora estallan,
imposibles de disimular!,
¡inútil fingir
que todo sigue igual!
(hacer de cuenta de que todo está
en "orden").