Es curioso:
de pronto, leer
a alguien que uno conoció,
con quien tuvo una hermosa
y tal vez, inolvidable, relación
y saber -o creer que se sabe- el por qué de sus opiniones,
de sus cambios de idea,
de lo que fuera;
es decir,
a la distancia,
-sin tener el menor contacto durante largo tiempo-;
de pronto, entender
cuestiones que no se entendieron
o se pasaron por alto
cuando se dio esa relación amistosa, de pareja,
colegas, la que fuera;
al parecer, así funcionamos
o me pasa a mí o también a otros;
el tema algo incomprensible
-aunque inevitable-,
es seguir sintiendo eso especial,
seguir recordando antiguas vivencias
como si se produjeran en el momento actual,
ahora mismo;
por supuesto, la vida de esa persona ya no es igual
solo similar,
-también la de uno-,
sin embargo,
en mi caso, sucede:
puedo leer sus penas,
sus alegrías, sus proyectos,
el por qué de sus decisiones,
captar su estado anímico,
según lo que escribe;
pues es toda
la información que poseo;
a veces,
pienso en el intento de retomar
esos vínculos,
sobre todo,
cuando no acabaron mal,
cuando no hubo peleas,
ni siquiera, conflictos;
por alguna razón
que desconozco
no lo hago.
¿Les sucede algo similar?
podría leerles a algunos
que sí les pasa,
aunque estén más o menos lejos,
aunque no estemos conectados,
no nos conozcamos,
ni lleguemos a conocernos jamás.