¡Qué aburrido
se volvió el mundo!
dirán: no faltan guerras,
amenazas de toda índole,
desastres climáticos,
conflictos, diferencias,
discriminaciones,
avances continuos
de la tecnología,
¿y eso es "divertido"?
está quien pasea en su súper auto carísimo
y lo hace girar en medio del tráfico
sin importarle nada,
ni de los otros, ¡ni de sí mismo!
quien alardea
de su casa, su "espacio verde",
su piscina,
sus viajes, su vestimenta de marca,
etc.etc.etc.
¿Todo eso es divertido?
¡ni siquiera para esos arrogantes!
si no...¿por qué las drogas, el alcohol,
tantas adicciones?
¿por qué la muerte
buscada en cada rincón
cuando se posee todo o casi...?
un mundo de infelices,
estúpidos, carentes absolutamente
de ilusiones, ¡de magia!
un mundo
en que rechazamos lo distinto,
en que nos creemos
con derecho a ser aceptados
como somos...
¡pero no es así respecto a otros!
se imita lo malo,
lo grosero,
lo mediocre;
se ironiza
antes que reírse de verdad;
se miente
para ocultar lo que realmente
somos,
se aparenta cordialidad
cuando en verdad, se detesta a alguien,
a muchos;
conversamos sin ganas,
comemos sin ganas,
salimos sin ganas,
¡amamos sin ganas!
¿eso es estimulante,
eso es lo que siempre deseamos ser, hacer?
¿este es el mundo
con el que soñábamos de niños?
no lo creo.
Se pelea, se finge interés
por cuestiones estériles
para ocultar
lo solos,
abandonados, tristes,
maltratados
que nos sentimos.
Nos acercamos
a las personas equivocadas,
las que aplastan
aún más nuestra autoestima;
ignoramos
a quienes nos buscan de verdad,
nos aceptan,
nos ofrecen su abrazo, su oído,
su amistad, su interés verdadero;
¿por qué?
no lo sé.
Es momento
de darle lugar
al que tanto costó
que lo advirtiéramos;
al que solo nos pide un gesto amable,
una palabra,
un momento;
¡urge!
ahuyentar
a todos esos depredadores,
aquellos que se acercan
con un interés o varios
y si no los obtienen
o dejamos de brindárselos
se alejan
sin más.
Es hora
de aproximarnos,
en principio,
a nosotros mismos:
a los que algún día fuimos:
los que queríamos, jugábamos, no podíamos contener
las carcajadas,
¡le poníamos ganas y garra
a la vida!
tomábamos, compartíamos un helado, un café,
caminábamos, gozando de todo cuanto nos rodeaba,
¡intentémoslo,
podemos lograrlo!
hacerlo todo, ¡todo!
-como si fuera
la última vez-.