viernes, agosto 02, 2024

Mundo aburrido

 ¡Qué aburrido

 se volvió el mundo!


dirán: no faltan guerras,

amenazas de toda índole,


desastres climáticos,

conflictos, diferencias,

discriminaciones,


avances continuos 

de la tecnología,


¿y eso es "divertido"?


está quien pasea en su súper auto carísimo

y lo hace girar en medio del tráfico


sin importarle nada,

ni de los otros, ¡ni de sí mismo!


quien alardea

de su casa, su "espacio verde",

su piscina,


sus viajes, su vestimenta de marca,

etc.etc.etc.


¿Todo eso es divertido?


¡ni siquiera para esos arrogantes!


si no...¿por qué las drogas, el alcohol,

tantas adicciones?


¿por qué la muerte

buscada en cada rincón

cuando se posee todo o casi...?


un mundo de infelices,

estúpidos, carentes absolutamente

de ilusiones, ¡de magia!


un mundo

en que rechazamos lo distinto,


en que nos creemos

con derecho a ser aceptados

como somos...


¡pero no es así respecto a otros!


se imita lo malo,

lo grosero, 

lo mediocre;


se ironiza

antes que reírse de verdad;


se miente

para ocultar lo que realmente 

somos,


se aparenta cordialidad

cuando en verdad, se detesta a alguien,

a muchos;


conversamos sin ganas,

comemos sin ganas,

salimos sin ganas,


¡amamos sin ganas!


¿eso es estimulante,

eso es lo que siempre deseamos ser, hacer?


¿este es el mundo

con el que soñábamos de niños?


no lo creo.


Se pelea, se finge interés

por cuestiones estériles


para ocultar


lo solos,

abandonados, tristes,

maltratados


que nos sentimos.


Nos acercamos

a las personas equivocadas,


las que aplastan

aún más nuestra autoestima;


ignoramos

a quienes nos buscan de verdad,


nos aceptan,

nos ofrecen su abrazo, su oído,

su amistad, su interés verdadero;


¿por qué?


no lo sé.


Es momento

de darle lugar


al que tanto costó

que lo advirtiéramos;


al que solo nos pide un gesto amable,

una palabra, 

un momento;


¡urge!


ahuyentar

a todos esos depredadores,


aquellos que se acercan

con un interés o varios


y si no los obtienen

o dejamos de brindárselos


se alejan

sin más.


Es hora 

de aproximarnos,


en principio,

a nosotros mismos:


a los que algún día fuimos:


los que queríamos, jugábamos, no podíamos contener

las carcajadas,


¡le poníamos ganas y garra

a la vida!


tomábamos, compartíamos un helado, un café,

caminábamos, gozando de todo cuanto nos rodeaba,


¡intentémoslo,

podemos lograrlo!


hacerlo todo, ¡todo!


-como si fuera

la última vez-.




Cristina Del Gaudio

Seguidores