¿Por qué
existen personas
que reenvían
a otras
que son recuerdo,
que son pasado,
en quienes no conviene, siquiera,
detenerse a pensar?
esto sucede
cuando uno se siente inseguro,
desprotegido,
¿solo? tal vez.
Entonces se filtran
esas imágenes, ese entorno
que hace rato se esfumaron,
-incluso, los esfumamos-
de nuestra existencia.
Pero aparece alguien,
se asiste a una ficción
y un personaje
nos devuelve, involuntariamente,
no directamente
a esa persona
-que probablemente,
nos dañó más que tantos-;
nos devuelve
a esos años
en que confiábamos,
en que todo parecía "seguro".
Tiempos en que no advertíamos
tantas amenazas,
tantos "amigos"
que luego nos traicionaron,
convirtiéndose
en todo lo contrario.
Es que surge, en ocasiones,
esa sensación de vacío,
de temor a ese vacío,
así, volvemos a confundirnos,
al menos por un rato,
unos días
y nos regocijamos
con la evocación
de un ser olvidado
que apenas, funciona
como un edredón
en una noche de invierno;
pero el frío acaba...
y nos despojamos
del supuesto "abrigo"
que creíamos seguir extrañando;
entonces,
como las flores,
luego, los frutos
¡volvemos a ser, a brillar!
¡volvemos a sentirnos plenos,
recuperamos el impulso!
Y ningún personaje ficcional
-ni real-
se asemejará jamás
a aquello
que para bien
para mal,
como sea,
existió.
Y por algo,
por muchos motivos,
lo apartamos
de nuestro latir
para siempre.