Acá estamos.
Con cara de sueño,
protestando por las altas temperaturas,
por los precios,
por esto y por aquello...
¡actitud!
es la clave.
El esfuerzo diario
por enfrentar lo que sea,
como sea,
para luego
saber que se hizo lo posible
y lo imposible.
Seguramente, sea redundante
recordarles
que en el mundo pasa de todo,
¡de todo!:
guerras, injusticias,
crímenes, abusos de toda índole,
fenómenos climáticos catastróficos...
En fin...
Se culpe a quien se culpe
todo ello y más acontece.
Y nosotros, quejándonos
porque aumentó el azúcar,
por ejemplo...
demos gracias.
¡Demos gracias!
hay gente
muriéndose,
hay gente
agonizando,
hay gente sola,
tan sola sana como ¡ni hablar!
padeciendo alguna grave enfermedad.
Hay gente
que no puede siquiera alimentarse,
que no disfruta su café mientras mira las noticias
y finge aflicción y tristeza;
no seamos parte
de tanta hipocresía,
Quitemos las telarañas
del corazón,
¡reanimémoslo!
él entiende de estas
y de todas las cuestiones.
Él sabe, sabrá
guiarnos.