Va callando
el hombre,
va callando, asintiendo,
soportando;
pero un día reacciona,
pero un día alguien lo hace reaccionar;
¡Y ya no calla!
¡y ya no asiente!
¡y ya no soporta!
aprende que se puede ser libre,
que se puede pelear por los derechos:
entonces logra, poco a poco,
ocultar, luego, suprimir
todo temor;
¡y aprende a amar
su libertad!
¡es él mismo!,
el que siempre fue
-aunque no lo advirtiera antes-;
así, el hombre, con la espalda, el alma, erguidas,
enfrentará lo que sea.
¡Lo que sea!
no podrán con él,
no subestimarán nunca más su valía;
¡no volverá a someterse,
a inclinar la cabeza, a obedecer!
y si llegara al extremo
de enfrentarse por defensa propia,
por defender a los suyos,
lo hará,
¡cualquiera sea el precio!
"Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento en que
el hombre sabe para siempre quien es". Jorge Luis Borges.