¿Dónde estás?
¿Cómo eras,
¿cómo serías?
pasan los años,
muchísimos años,
tengo la imagen de un rostro,
quizás, la última;
no podría o tal vez, si,
imaginar
cómo hubieran sido tus rostros consecutivos.
No sé
cómo hubieras vestido,
qué comidas
elegías antes
elegirías ahora,
-si estuvieras, claro-.
También tu voz,
me esfuerzo en recordarla.
¡Tus risas!
aunque no eran muy frecuentes.
Algunos portarretratos
intentan devolverme algo de tus expresiones,
las de cuando eras muy joven
y nunca conocí personalmente,
algunas, no muchas,
posteriores
que me devuelven
ciertas miradas, gestos,
muchos de preocupación,
¡siempre priorizando la responsabilidad,
el esfuerzo por tu familia,
antes que a vos,
antes que a tu propia salud!
Probablemente o seguramente
me gustaría que estuvieras.
No por festejarse justo hoy
el día del padre;
me gustaría que estuvieras
por acá, no digo por el resto de mi vida
¡solo un rato!
así es que busco padres
en personas equivocadas;
saludo a amigos, conocidos,
familiares,
padres,
algunos con sus padres vivos
¡y todavía no entiendo
este dolor en el pecho!
¿cómo no sentirlo?
me da envidia,
a veces,
lo confieso.
Lamento no haber sido
mejor,
cuando pude haberlo, siquiera,
intentado;
¡lamento
aquellas diferencias!
hoy se ven tan triviales,
¡tan pero tan
inútiles!
lamento
no poder sentarme en tus rodillas
-siendo ya grandota-
para volver a ver
esas carcajadas;
extraño un montón ese día, mientras te cebaba
unos mates
y sin pensarlo, te tomé de las manos
¡y no te las soltaba!
(sé que te hizo muy feliz)
luego supe la razón,
claro...
En fin,
se habla aquí y allá
de padres y esas cuestiones,
mi hermano es padre.
Lo saludo
y apenas, un "gracias";
-ciertamente,
él carga con sus propios procesos-
¿qué espero?
¿hallarte en él?
nada queda
¿nada?
de aquel súper superhéroe
(O sí).