lunes, noviembre 30, 2020

Entonces...la vida nos sonreía

 Aunque se trate de ciertos reproches,

 críticas; 


aunque fueran meras observaciones,

correcciones,


-permanentes, 

extenuantes-;


a pesar de que solo remitieran

a exhibiciones de supuestos conocimientos


o en el empeño

en subestimar a quienes estudiaron o intentaron hacerlo,

a quienes obtuvieron o no cierto título;


si, en efecto, se limitara

a exhibir lo que, en verdad,

denota inseguridad, temor,

incertidumbre.


Así, solo se encuadrara

en simples caprichos,

 

en una inclinación momentánea

con el fin de reafirmar quién sabe qué,


así,


solo y nada menos,

se tratara del tedio, la desidia, la falta de motivos


o nada de eso,


tuvimos, claro, un tiempo

en que no existían esos vanos

-a veces, muy ásperos-,

intercambios;


ese voraz empecinamiento en superar al otro,

en arrojarle a la cara cierto saber;


claro que también hubo

momentos valiosos

en los que, en verdad, nos admirábamos;


no tratábamos de sellarnos la boca,

la cabeza,

el pensamiento,


uno al otro;


pero claro, estaban todos esos sentimientos,

la ternura, la atracción,

la pasión;


¡las tantas bromas,

comentarios festivos,

necesariamente triviales!


¡gestos amables,

miradas mudas que todo lo decían!


la vida nos sonreía

entonces;


Hoy


apenas,

una mueca

grotesca,


desprovista

de todo;


el desencanto,


la perversa,

irreversible


nada.









Cristina Del Gaudio

Seguidores