Por ahí,
el clima ayude;
por ahí,
el otoño siga siendo
altamente inspirador;
por ahí,
quisiste decirme
que algo viste, descubriste,
que te diste cuenta.
Por ahí,
lo dejé pasar
tan solo te agradecí,
te deseé lo mejor
-dentro de lo peor-;
por ahí,
no quise darme cuenta,
por ahí,
esperabas que sí lo hiciera
o no.
¿Quién sabe?
hace tiempo
que estoy así, ¿cómo decirlo?
confusa.
Es probable
que en algún momento
te haya considerado
como a una posibilidad;
pero entonces
¿por qué no te di algún indicio?
me ponía mal
cuando vos no me lo dabas,
me pone...
En verdad,
ni sé cómo me pone ahora
que me lo des,
(o tal vez
me haya parecido).
Por ahí,
me de igual;
te aconsejaría,
por si acaso,
que no te acercaras
demasiado.
No en este momento,
no en medio de este inframundo
en el que despierto día tras día,
a la espera y no espera
de un momento feliz;
y quizás cada rato ínfimo de alegría,
cada árbol,
cada árbol arrojando esas bellas hojas
con semejantes colores,
por ahora,
basten
para repetirme y repetirme:
"estoy viva";
para perder, por un rato,
ese miedo asfixiante
que hace que hasta huya
cuando me arrojás esa señal
otrora esperada;
-incluso, me ponía mal
el hecho de que no me la dieras-;
y hoy
roza, apenas
mi doliente corazón,
apartado en un casi todo
hasta de mis deseos,
cuando cada mañana,
tarde, noche
veo en el espejo
un boceto desdibujado
de lo que fui;
ahora que ni puedo ofrecerte
media sonrisa
¿cómo, de qué modo, para qué
hacerte notar
que me di cuenta,
que lo sé
que alguna vez o varias veces
ansié que sucediera?;
pues hoy estoy vacía
de sentimientos,
de sensaciones;
apenas, el instante,
sin expectativas,
te diría
inmersa en una imbécil resignación
disfrazada
de palabras menos duras,
palabras
que convocan a nuevas búsquedas,
a seguir creyendo,
a seguir versificando historias
como esta
que alguna vez necesitó precisiones
pero hoy
se extravió
entre tantas personas,
entre tantas vivencias,
¡entre tanto de tanto!