miro la televisión:
crímenes, abusos,
corrupción,
hambre.
Mientras tanto,
revuelvo y revuelvo
el café que comienza a enfriarse;
mientras tanto,
más guerras o las mismas,
mientras tanto,
injusticias, venganzas,
discriminaciones,
abusos, descontrol;
mientras tanto,
una bandada de aves
pasa una, dos, tres veces
en círculo,
liderada
por una de ellas,
¿será siempre
la misma?
mientras tanto,
a través de los medios me venden basura,
me engañan
-o eso creen-;
mientras tanto,
el cielo que amaneció azul,
¡con un sol más que brillante!
se oscureció,
¿amenaza de tormenta?
o frío,
más frío aún,
mucho más.
Mientras tanto,
se contaminan los océanos
con materiales nucleares,
un hombre muy mayor
llora:
no le alcanza
siquiera, para sobrevivir;
mientras tanto,
la enredadera se prepara para florecer
aunque no lo sabe.
Mientras tanto,
una voz me recuerda a aquella,
una cara, una mirada,
una frase;
mientras tanto, un ataque terrorista
en un país muy poderoso;
-en mi país
hay gente que todavía intenta sonreír
pese a todo-
y si no es sonrisa,
será una mueca:
-un día
no sabremos diferenciarlas-;
mientras tanto,
sigo en el mismo sitio,
con mis letras
que apenas pueden con tanto
y con tan poco,
expectantes
ante lo imposible;
mientras todo se derrumba,
mientras todo cambió y seguirá cambiando
-pues nada volverá
a ser igual-,
-salvo yo
aquí, esperándote-.
¡claro que te espero!
y espero tu perdón;
con mi eterno,
inquebrantable,
amor.