sábado, abril 24, 2021

El indicio ¿esperado?

Por ahí,

el clima ayude;


por ahí,

el otoño siga siendo 

altamente inspirador;


por ahí,

quisiste decirme

que algo viste, descubriste,


que te diste cuenta.


Por ahí,

lo dejé pasar


tan solo te agradecí,

te deseé lo mejor

-dentro de lo peor-;


por ahí,

no quise darme cuenta,


por ahí,

esperabas que sí lo hiciera


o no.


¿Quién sabe?


hace tiempo

que estoy así, ¿cómo decirlo?

confusa.


Es probable


que en algún momento

te haya considerado


como a una posibilidad;


pero entonces

¿por qué no te di algún indicio?


me ponía mal

cuando vos no me lo dabas,


me pone...


En verdad,

ni sé cómo me pone ahora

que me lo des,


(o tal vez

me haya parecido).


Por ahí,

me de igual;


te aconsejaría,

por si acaso,


que no te acercaras

demasiado.


No en este momento,

no en medio de este inframundo

en el que despierto día tras día,


a la espera y no espera

de un momento feliz;


y quizás cada rato ínfimo de alegría,

cada árbol,

cada árbol arrojando esas bellas hojas 

con semejantes colores,


por ahora,

basten


para repetirme y repetirme:

"estoy viva";


para perder, por un rato,

ese miedo asfixiante


que hace que hasta huya

cuando me arrojás esa señal

otrora esperada;


-incluso, me ponía mal 

el hecho de que no me la dieras-;


y hoy

roza, apenas

mi doliente corazón,


apartado en un casi todo

hasta de mis deseos,


cuando cada mañana,

tarde, noche


veo en el espejo

un boceto desdibujado

de lo que fui;


ahora que ni puedo ofrecerte

media sonrisa


¿cómo, de qué modo, para qué

hacerte notar

que me di cuenta,


que lo sé


que alguna vez o varias veces

ansié que sucediera?;


pues hoy estoy vacía

de sentimientos,

de sensaciones;


apenas, el instante,

sin expectativas,


te diría

inmersa en una imbécil resignación


disfrazada

de palabras menos duras,


palabras

que convocan a nuevas búsquedas,


a seguir creyendo,

a seguir versificando historias


como esta

que alguna vez necesitó precisiones


pero hoy

se extravió


entre tantas personas,

entre tantas vivencias,


¡entre tanto de tanto!

 




martes, abril 13, 2021

¿Bendito? ¿maldito? sueño

 Pudo ser

 ese día.


Era el mismo traje,

tal vez, hubo una mirada;


¿cómo saber el momento exacto

en que esa chispa surge,


la que da comienzo

a un infierno

de los sentidos,

¿por qué no? también del alma?;


¡qué curioso!

¡cuán inexplicablemente maravilloso

es el amor!


basta un instante

y ¡zas! implota y explota el milagro;


pudo haber sido el día previo

o antes;


¿importa, acaso?


así, se tratara del mismo atuendo,

del mismo lugar, 

aun, de la misma mirada.


Difícil.


Pudo parecérsele,


pero esas miradas

-que  mudas dicen tanto-

raramente o jamás se repiten.


Por eso,

¿cómo es posible algo así,

reiniciar, recomenzar algo que se creyó terminado,

incluso, casi casi olvidado,

luego de tan solo (y nada menos) una experiencia onírica?


solo el corazón,

sus anhelantes latidos

podrían explicarlo;


resulta que sucede, aunque no es lo más frecuente

que un hechizo sea tan poderoso que persista

a través de los años;


no creo que en este asunto

tenga cabida ningún razonamiento:


la magia trasciende tiempos, sitios,

no sabe de arrugas, de cansancio, 


desconoce el miedo;


ellos serían o son

los actores principales

de una trascendental obra,


quizás, la más importante

de su existencia;


mas no lo habían concientizado,


hasta el momento preciso

en que los despertó

aquel ¿bendito? ¿maldito?


sueño.






martes, abril 06, 2021

Un amor del que se regresa

 De la desconfianza

 no se regresa,


 de las decepciones,

 no se regresa,


mucho menos,

de las traiciones;


del pánico

se regresa

pero la cura

lleva su tiempo,


a veces, demasiado;


de la rabia, del rencor

quizás, tampoco se regrese;


¿y del amor?


puede ocurrir que transcurran meses,

años, incluso, muchísimos años


y sucede, aunque no sea tan frecuente


que se regresa


y resulta mejor, 

con más ganas,

más ímpetu;


de otro modo,

diferente pero no menos divertido,

creativo, excitante.


¡Qué maravilloso volver

a sentir si no es exactamente eso mismo,

algo que se le parezca o no tanto

o no se le parezca en nada


y sea aún mejor,

mucho mejor!


los años enseñan

acerca de muchas cuestiones;


se aprende a disfrutar de aquello

que se nos pasó, que no valoramos

en su momento,


que dejamos ir


¡y cuánto lo hemos lamentado!


ojalá muchos

que hoy están solos

y extrañan a un viejo amor


vuelvan a él

desde otra perspectiva, más inteligente,

menos prejuiciosa, más embriagadora,


como si fuera una torta

con todos esos ingredientes que nos tientan y más,


degustándolos lentamente,


ya sin aquella prisa, 

ni esas presiones,

ni esos temores.


Un amor todo pasión,

ternura, entendimiento,


fusionados de tal modo

que apenas, podria diferenciárselos.


Cristina Del Gaudio

Seguidores