miércoles, septiembre 09, 2020

A pesar de la cruel certeza

 Días vacíos.


Los pasé, logré sobrellevarlos

buscándote,


en el pino,

en los árboles 

que se ven a lo lejos,


en la gente

que pasaba, pasa

con carteras,

bolsas, incertidumbre, miedo;


días profundamente grises

así, hubiera lluvia, sol, nada;


seguí, sigo

buscándote.


Y te hallo,

mi imaginación te halla


pero siempre

enmarcado en recortes ajados,


casi imposible distinguir

lugares, rostros,

situaciones;


allí,


en el baúl de la memoria

o la des-memoria


te encuentro,


siquiera por un instante,

fugaz

como la vida misma.


Me regocijo

con un placer 

que ya no puedo sentir


y sin embargo, siento;


me deleito y río, a mi vez,

al revivir la imagen de aquella sonrisa

con esos ojos insolentes

mirando hacia la nada,


¡para luego mirarme

de aquel modo!


y yo, siguiéndolos,


como a todo vos,

como a esa sonrisa


¡imposible, resistirse!


los poetas

amamos


aquello

que no podemos 

o nunca pudimos


o pudimos

y ni sabemos por qué

dejamos ir;


Mis versos, mi cantar me acompañan,

me citan lugares, me repiten frases,

las susurran en mi oído;


me impulsan

a no abandonar


esta inútil

empresa.


Puede caerse todo,

absolutamente,

a pedazos;


enfermedad,

muerte,

miseria,

desolación,


todo gira

en torno nuestro,


todo se volvió

amenazante;


menos, este intento,

aunque vano, tonto, 


¿una pérdida de tiempo?


el tiempo se alineó,

se aquietó, se paralizó


para muchos, para tantos.


Los minutos, las horas

transcurren

sin que lo advirtamos casi.


No sabemos cuánto más

podremos resistir.


Entretanto,


a pesar de la cruel certeza

de la imposibilidad eterna

-o ¿quién sabe?-

de hallarte, abrazarte, mirarte, 


jamás renunciaría

 

a esta inextinguible búsqueda.











Cristina Del Gaudio

Seguidores