jueves, enero 06, 2022

El fantasmal enemigo

 Hasta el último segundo

 lloraré tu pérdida;


reconoceré mis errores,

me dolerá no haberme dado cuenta,


no haber evitado

todo lo que hice para alejarte;


hasta el último respiro

suspiraré

por tu sonrisa,


recordaré tus besos,

tus caricias;


reiré con las bromas

que recuerde;


reviviré en mi cabeza,

en mi alma,


instantes, minutos, horas

que nunca, ¡nunca!

volvieron a repetirse


o sí,

de otro modo,

desde otro lugar.


¿Fue el miedo a perderte,

el terror a perderte para siempre


que me convirtió en aquella

a la que todavía no entiendo?


¿qué tuvo que ver esa actitud conmigo?


no me creíste,

no me creés

ni lo harás;


no importa.


Este es otro testimonio

de mi arrepentimiento,


por lo que pude evitar

y no,


por esas acciones

premeditadas o no,


¡incontrolables!


por años odié

esa faceta oscura que desconocía;


hoy me reconcilié,

entendí que había llegado a un límite,


¡siempre me excedió tu pasión

tus palabras, todo vos!


el miedo,

vuelvo al miedo,


fantasmal e implacable enemigo,

nadie lo comprende si no lo vive;


no se ve ni se imagina

si no se lo experimenta;


el miedo a no leerte más,

a no verte, a no hablarte


provocó el desastre.


Por eso,


en las madrugadas,

tu rostro se detiene ante el mío

y sigue preguntándome


¡y sigue, sigue preguntándome!


y las respuestas

son las mismas.


-El miedo tampoco es excusa-.


No sé exactamente

el por qué 

de ese abrupto comportamiento;


por qué me empeñé

en que hoy ni en tus sueños,

ni en el más mínimo pensamiento

de cualquiera de tus días


se asome, siquiera, alguna idea, cierta imagen

que te acerque, al menos, un instante


a mi recuerdo.

Cristina Del Gaudio

Seguidores