martes, julio 05, 2022

¡Nada como verlos!

 Perdón

 por mi intromisión,


¡siempre inoportuna!


¡atreverme a "invadir"

tu casa ordenada,

impecable!


gracias por tu sintético resumen:

alcanza para...digamos...

¿un año?


bah, ¿qué importa ya?


no te preocupes,


no voy a perturbar,

menos, robar


tus últimos años,

prolijamente organizados, planeados;


solo buscaba...

no sé qué es lo que buscaba


cuando sé bien

que no puedo encontrar nada;


te escondiste

una vez más,


en tu cubículo hermético,

donde ni la lluvia, ni el sol,


¡ni la vida!


osarían

penetrar.


Es que en ocasiones,

me siento algo sola


o triste;


entonces

me tienta esta estupidez


de revolver

en el reservorio de los recuerdos


¡y así me va!


y me digo: no, no lo hagas


pero no puedo detenerme.


A diferencia tuya,

me guío por impulsos,


si lo pensara,


jamás invadiría

esa perfecta sincronización

de existencia (¿o inexistencia?).


Probablemente

o seguramente,

insisto igual


(es simple: se acaban los temas

y me urge escribir),


vomitar en este, en otro espacio,

todo lo que no entiendo


acerca de las personas como vos,

las más comunes hoy en día;


y quiero transmitirles

que vivir, no digo "sobrevivir",

se trata de otra cosa,


que sin sueños, sin ilusiones,

sin delirios,


sin pasiones


solo somos un pedazo de carne y huesos,

una mente infectada de insignificancias

junto a cuestiones "muy intelectuales".


Ja.


¡Nada como verlos!

corriendo tras la nada,

tras lo que menos importa,


dejando de lado, pisoteando

lo que pudo hacerlos felices


¡siquiera por un rato!


pero felices de verdad,

no me refiero a placeres a corto plazo;


y me repregunto:

¿por qué sigo intentándolo?


se ve que en algún párrafo

del libro de mi vida


hubo un parate, un olvido

de todo lo que me hacía, me hace humana.


-Por eso,

sé de lo que estoy hablando-,


o bueno,

escribiendo.

Cristina Del Gaudio

Seguidores