domingo, agosto 03, 2025

Donde reside el secreto

 ¿Cuestiones de domingo?


 por ejemplo,

 el silencio:


 se acallan, de pronto,

todos esos pensamientos preocupantes

 y "ocupantes".


 No importa lo que se haga,

 ni a qué hora,


 no importa más


 que disfrutar

 ¡de verdad!


 de la propia compañía,


 la más importante,

 la que suma,


 la que convoca

 a pensar en todo o en nada,


 ¡la que nos recuerda

 que somos libres!


 que nadie puede detener

 nuestros propios impedimentos,


 del tipo que sean,


 más que nosotros mismos;


 por mi parte y por ahora,

elijo la mente en blanco,


 aunque algunos garabatos

 siempre surjan


 sin propósito,

 sin presiones,


 sin voces, gritos,

 palabreríos vanos


 a mi alrededor;


 solo así

 puedo escucharme


 y contarles


 que alguna vez

 escribía y escribía


 sin importarme

 más que eso;


 que era muy chica

 y mi abuela aparecía,

 cada tanto,


 en ese enorme patio,

 que era mi escenario de creación,


 solo por comprobar 

 si estaba bien, si aún seguía por ahí...


 no importaba analizar

 si lo que escribía era bueno, malo,

 tonto, inútil, útil...


 si alguien lo leería

 o no;


 mis dedos, como ahora,

 saltaban de tecla en tecla


 como si se tratara

 de una partida de ajedrez,


 aunque inconsciente;


 mi mente 

 sin que me diera cuenta de ello,


 ¡mi imaginación!


 sin que me diera cuenta

 de su existencia,


 movían las piezas, las letras, 

 las palabras


 y mágicamente,

-así, yo no me diera cuenta tampoco de ello-,


 alternaban, organizaban, ¿planeaban?


 algo que podía ser un poema,

 un relato, un cuento...lo que fuera.


 En ese tiempo, con tan corta edad,

 apenas recuerdo cuál sería mi propósito,


 ¡en realidad, estoy segura de que ninguno!


 no buscaba a un público,

 no buscaba la aprobación de nadie,


 no buscaba más

 que participar de ese juego apasionante

 como ningún otro


 que años después,

 por suerte,


 siguió y sigue siéndolo,

 

 dando sentido

 o quitando sentido


 a las banalidades


 de aquel mundo,

 bastante "inocente";


más tarde,


de este insípido,

¡desapasionado! mundo,


 en que la magia parece haberse ocultado

 detrás de una muralla impenetrable,


 para dar lugar

 a tantos subterfugios,


 a la insatisfacción permanente,

 aliviada o no aliviada

 con "necesidades" superfluas,


 vicios, adicciones,


 cotideaneidad tóxica,

 asfixiante;


¡desamor!


 todo vale con tal de no insistir,

 de no esforzarse en insistir


 en la búsqueda de lo que se es,


¡de lo que se desea ser o seguir siendo!


¡cuando no hay que buscar nada!,


quizás, bastaría con recordarse

en otras circunstancias,


devolviéndose esas postales de la infancia,


guardadas, archivadas,

¿olvidadas?


¡urge recobrarlas!


es todo.


En ellas

reside el secreto.



Cristina Del Gaudio

Seguidores