miércoles, diciembre 30, 2020

Entretanto, la vida sigue

Cambiar de año.

Cambiar de década.


Convenciones,

simples convenciones.


La vida sigue, entretanto,

mientras contabilizamos minutos, horas,

revemos actos, no actos, palabras, silencios

de nuestro pasado más próximo


y también de antes, mucho antes.


La vida, como dije,

entretanto, sigue.


Los árboles

no se ajustan a calendarios,


más allá

de sus ya no tan taxativos

cambios estacionales;


de  todos modos,

se produzca o no tal o cual cambio,

allí están,


siempre que un viento huracanado

no los derribe,


no arranque sus ramas,

no los arranque de raíz;


la vida, entretanto,

sigue;


el sol brillará con más, menos

intensidad,


habrá amaneceres húmedos,

secos,


luminosos, oscuros

frescos, helados;


también, sofocantes;


sin importar calendarios,

sin importar un antes, 

ni siquiera el más próximo;


solo nosotros,

solo el hombre,


solo,

cada vez más solo.


Y sus miedos

ya no se circunscriben a tiempos, meses,

años, estaciones;


el hombre

deambula  casi

sin pensar,


más, menos abrigado,


y a diferencia de los árboles,

del cielo, de los pájaros


vive preguntándose

por qué no se puede volver

a un pasado que ni siquiera recuerda

o no toma conciencia


si en verdad, añora;


también, acerca de un futuro

del que hoy asume

-o así lo intenta-


su insondable lejanía;


tal vez,


intenta o pretende intentar

una especie de aceptación


de su factible inexistencia.

Cristina Del Gaudio

Seguidores