viernes, mayo 21, 2021

Incurable

 No podías creer

que me hubiera enamorado de nuevo


de vos.


Y así fue,

así es;


descarté obsesión,

descarté manipulación (nunca fui manipuladora),

descarté evocación de nuestra antigua historia;


pasa el tiempo

y no se cura


esto que roe,

que hace sentir tan sola al alma

y también, tan acompañada;


esto que de pronto

porta cualquier canción

o una en particular,


una frase,

un comentario,

un rostro,

una situación, la que fuera,


al despertar,

al dormirme,


durante el día

o la noche;


y claro, en algunos sueños,

no todos tan felices, pero...


Ya ves


sigue pasando el tiempo

y este sentimiento 

-al menos, el mío-


sigue ardiendo,

perturbándome;


ese beso sigue estando presente,

el de aquella vez


y el que quiso repetirse

y nunca se pudo;


o no se quiso,

o no tuvimos el valor;


sigue rondando en mi cabeza,

en mi pensar diario

el por qué


si pudo salir bien,

si pudo existir ese café

con libro incluido,


si pudo darse ese abrazo

tan planeado e imaginado


durante todo ese tiempo,


¿por qué no sucedió?


sigo buscándote

sabiendo que no voy a hallarte,


en personas, actividades, 

entretenimientos que no me entretienen;


antiguas lecturas

que remiten a amores contrariados,

difíciles,


¿platónicos?


no sé si lo que nosotros vivimos

es lo más frecuente,


no sé qué hicieron, qué hacen otros

en una situación similar.


Quizás, algunos se hayan encontrado

y todo haya acabado del peor modo;


En cambio, tal vez, con otros

haya sucedido, suceda todo lo contrario;


vos estás ahí,

¿leyéndome? ¡qué importa!


padeciendo, probablemente,

cuestiones similares;


puedo percibirte,

aunque no tenga el menor indicio,

foto, palabra, noticia;


yo sigo escribiéndote

como si me leyeras


¿será locura?


no lo sé


pero me hace brillar los ojos

y creer

por un rato, apenas -y no es poco-,


en la posibilidad de esa lectura,

en lo que opinarás;


si borrás o no mis mensajes,

si los eliminás


para al menos, de esa manera,

eliminarme


¡de una vez por todas!


de tu mente,

de tu alma,

de tus latidos


como pretendiste y pretendés hacerlo,


desde hace... años.


miércoles, mayo 19, 2021

Verdades ineludibles

 Soy otoño,


 soy palabras

 que nunca enmudecen


¡palabras como armas,

palabras que hacen reaccionar,

palabras que agitan espíritus,

despiertan ilusiones,


animan a insistir,

a resistir,


a actuar,

a no dejarse avasallar


por esas otras palabras:

huecas, desnudas, desprovistas de todo halo!


cuidado


con esas palabras engañosas,

palabras que buscan convencer

con mentiras, con luces enceguecedoras

que se parecen a promesas,


que impiden ver,


para luego apagarse,

para luego extinguir esos sueños

antes asegurados,


para dejarnos vacíos,

imbecilizados,


aterrados,

a merced de  maléficos designios.


Hay quienes eligen escuchar, leer

esas malditas palabras


y aún así,

exterminan su discernimiento,


su razón de existir.


Y andan por ahí

peores que los robots,


pues no les queda en su cabeza

ni una sola idea,


ni siquiera 

de las que les programaron;

 

hay gente

-por suerte-


que elige las otras,


el verbo viviente, creador, 

que invita al resurgimiento,

a no dejarse vencer,


propone, sostiene las libertades,

la no renuncia a los principios,


¡anima, levanta, suma!


hay personas, muchas

que se alinean

con la verdad


y aunque digan 

que la verdad no lo es tanto,

que depende de esto o lo otro


hay verdades

ineludibles:


la miseria, la falta de oportunidades,

el encierro, la inseguridad,


el desprecio por la vida humana,


¡el hambre,

el ataque sistemático 

a la educación, a la salud,

al bien, a todo lo que está bien!


a la felicidad


¡la felicidad!


hay seres

que nunca pero nunca

tuvieron un solo momento de felicidad.


Nacieron en la miseria,

la miseria en todos los sentidos

imaginables e inimaginables


y no le importaron

a nadie,


salvo a ocasionales "benefactores"

que solo buscaron, buscan figurar


para acrecentar su fama,

sus "bienes".


Las palabras pueden contarles también sobre esto,


las palabras pueden rebelarse, 

convertirse en dedos gigantes


señalando al hipócrita, al cínico,

al manipulador,


al ladrón.


Las palabras pueden contarnos

que siempre es posible,


¡que siempre es posible!


que el sol

sale para todos, en todas partes


que el odio, el mal pueden acabar,

que el dolor de tantos puede aliviarse,

¡curarse!


las palabras pueden decirnos

que todas las calamidades que acarrean el egoísmo,

la obsesión por el poder,

por el dinero,


podrían


pueden


algún día


diluirse.


Que alguna vez

todos, absolutamente,


entenderán


que uno puede extasiarse,

simplemente,


ante una calle cubierta de hojas otoñales amarillentas,

ante un árbol repleto de flores primaverales,


ante una luna redonda

o en forma de medialuna;


perderse


ante un impresionante desfile de pájaros

y detrás, el infinito cielo azul;


deleitarse


frente a una guirnalda

con flores silvestres de color violáceo

o el que fuera,


cortejando, desinteresadamente,


las vías

de un tren.




sábado, mayo 15, 2021

Así no encuentre ese hombro

Tardé muchísimos años

en entender,

en aceptar


que el amor

no tiene que ver con la posesión,

con la apropiación de la cabeza,

del alma


¡de la libertad!


de nadie;


quien ama, si ama de verdad

desea que el ser amado

sea feliz,


se preocupa y se ocupa

si le ocurre algo grave,


está.


Está siempre

o cuando puede


y se sabe que si no está

es porque no puede.


Y no hay demandas

de ninguna clase,


no hay cuestionamientos,

ni competencias vanas,


jamás dominantes

ni dominados;


quien ama a alguien


es paciente,

comprensivo, 


acepta las debilidades y valora las fortalezas

del otro,


como aprendió a hacerlo

con las propias;


si un día llora

así no encuentre su hombro


sabe que está,

que estará en un rato más


u otro día;


en fin, quienes comparten un amor,

de los genuinos


no dudan,


se dicen las cosas tal cual son,

se comparten temores, logros,


sin necesidad de disfraces,

de armaduras, 


de fingimientos.


No hay elucubraciones,

no hay segundas intenciones,


no hay planes;


solo se siente lo que se siente

aunque no se le encuentre un nombre


-o ni siquiera se lo busque-;


no importa la duración

del tipo de relación que fuera;


no importan distancias,

obstáculos, ausencias;


el amor supera, es mucho más fuerte

que todo lo demás;


el amor

es auténtico.


Si un día uno de los enamorados deja de ser correspondido

lo comprenderá, a pesar de que lastime;


porque pudo haberle sucedido

a él mismo;


se alejará o no se acercará demasiado


porque el bien del otro

-que es el suyo-


es todo lo que importa.


Porque amar, sentir, extrañar,

alegrarse o entristecerse

-según sean las circunstancias que atraviese el ser amado-


es lo que el amor significa


(además de otras cuestiones).





miércoles, mayo 12, 2021

La visión celeste

 Quiero que me recuerdes,

 quiero que mi sonrisa despierte a la tuya


y a tu cabeza,

a tus pensamientos,


día tras día;


quiero ser ese impulso,

esas ganas que nunca se cansan,


esa visión celeste

inalcanzable y tangible

a un tiempo;


ese árbol

que oculta una de tus ventanas


y te lleva oxígeno,

estaciones, flores, hojas secas,


ramas cubiertas de nieve


año tras año,


sin importarle de vos,

de nosotros,


de este nudo en la garganta

que no logro y sí logro explicarme


pero aun así

oprime


y dan ganas de ser 

el pájaro de tu estación


para posarme allí,

junto a ese árbol, el que oculta 

esa misma ventana


que conozco por fotos


y es tan pero tan bella

que me recuerda a la Navidad;


quiero ser tu Navidad,

tu brindis especial y único,


la copa

que sacie tremenda sed;


quiero ser

el agua que se desliza por tu cuerpo

cada mañana;


y te da calor,

te estimula, te relaja,


te renueva,


te empuja

a salir a la vida


con esa mirada tan tuya,

sexy, soñadora,

infinita,


¡insustituible!


con esa impronta

tan particular,


¡con tu libertad!


que asusta y atrae

a la vez;


con tus misterios,

con los míos


nunca develados


o descubiertos de a poco,

a su tiempo;


quisiera saber algo, una parte de lo que pensás

cuando me pensás,


-si es que me pensás-;


quiero todo, todo lo que fuiste,

lo que sos, lo que serás;


no importa si te objeté

tantas palabras, conductas, 

modos de ver algunas cuestiones;


hoy te quiero así, 

es más, te ruego o me encantaría


que nunca, por nada, por nadie


cambiaras;


ni por mí,


¡ni por mí!

miércoles, mayo 05, 2021

La resistencia pasa por otro lado

Y uno se va habituando.


Cierto día ese amor

se va;


se padece,

se lamenta,


¡se suplica!


se llora,


se llora,


se llora,


se llora

un poco menos;


se piensa, se sueña,

se añora, se teme


se sangra.


Y luego pasa.


Y uno

se va habituando.


Se hace roca,

se vuelve inmune a las embestidas,


casi casi

se insensibiliza;


(el alma,

bloqueada);


aun así,

se sigue, 

se hace como que se resolvió todo,


se suelta,

-se dice que se logró soltar-;


pasan los años,

pasan las semanas, las estaciones, los tiempos prósperos,

los tiempos miserables;


y de pronto

ya no es más habituarse,

ya no es más resignación

ni fingimiento;


la resistencia

pasa por otro lado:


por recordar,


jamás olvidar lo que se era,

lo que se es;


volver a eternizarse en el quehacer creativo;


retomar, recrear historias

-incluso, la propia- ;


así es que el alma

vuelve a expandirse,


respira,


goza.


Un camino nuevo

nos abre los brazos,


para cuando estemos listos.



lunes, mayo 03, 2021

Secreto

 La lluvia

 exalta, como de costumbre,


el asfalto,

las veredas

cubiertas de hojas secas amarillas, ocres,

de tan variadas tonalidades;


también, los árboles

lucen sin ningún orgullo

sus collares de gotas transparentes,


sus colores de estación

invitan al ensueño,


al recuerdo 

de aquellos otros días


en que estas cuestiones 

estaban entre las más importantes


o eran las más importantes

-para algunos-;


sonrío, desde el alma,

a esa alfombra encantada,


agradezco poder verla una vez más,

así fuera la última;


¡soy feliz al tener la posibilidad

de vivir 

un nuevo otoño!


poder sentir algo tan especial,

absolutamente inexplicable,


quizás, secreto,


al transitar

por los mismos u otros sitios


transformados,

transformadores;


quisiera transmitir

esta intensa emoción,


este fuego interno

que se reaviva


cuando se es atravesado

por semejante despliegue


que no es ni será igual

al anterior ni al próximo;


que quizás, ya nunca sea.


Y es ese misterio,

esa incertidumbre


los que le imprimen


su encanto arrasador.

Cristina Del Gaudio

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