Ella
nunca pudo llorar.
Tal vez,
se lo impidió;
quizás,
ignore que es como una explosión,
que no se planifica,
simplemente, surge,
proviene de ciertas reflexiones, imágenes,
expresiones,
asociadas de inmediato
o luego de un tiempo,
a recuerdos.
Recuerdos
que remiten a pérdidas,
a padecimientos,
a viejas heridas sin cicatrizar.
Es probable
que en su caso,
las haya ocultado
asegurándose muy bien
el no volver a hallarlas
jamás;
si algo tan temido sucediera,
siempre tendría a mano
el placebo.
Entonces,
¿desea o no
lograr ese desahogo?
¿querría soltar esas tantas lágrimas
sofocadas por años?
imagino que no.
Es posible
que le aterre encontrarse
con ciertas verdades
que finge
haber olvidado.
Es probable
que las haya reemplazado
por tranquilizadoras, mullidas
mentiras.
Así es que la vida pasa,
los días y las noches
se transformaron en lo mismo.
Supongo que su almohada
nunca supo de llanto.
(supongo que seguirá sin saberlo).
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