No era, no es tan complicado.
"¡Feliz Navidad,
feliz Año Nuevo!"
y un emoji,
(pequeño).
Y la devolución:
"felicidades y mis mejores deseos";
bien.
Pensar que vengo pensándolo
desde hace un año ya,
cuando te saludé
por escrito y en forma similar
y nada.
No importa.
hoy es hoy,
aún hay tiempo:
aquellas fiestas pasaron
como pasa todo;
en ocasiones,
el ser humano se comporta
casi casi como un niño
si le digo, si no le digo,
si me gusta, si no me gusta,
¿le gustará otro?
¿le gustaré?
mejor le digo...
No, mejor no.
Y así
la vida va transcurriendo
muy pero muy rápidamente,
entre dilemas
tan o más tontos
que estos,
cuando en verdad, no tiene nada de malo
decir lo que se siente,
lo que se anhela;
compartir
todo eso o parte
de lo que llamamos corazón,
lo que nos humaniza,
expone lo mejor
y lo particular
de cada uno de nosotros.
En resumen,
¡salgan, salgamos
a saludar, a ofrecer nuestra mejor sonrisa,
nuestras más motivadoras palabras
a quien sea,
en la circunstancia que sea!;
¡no cuesta nada!
¡es tan refrescante
entregar lo mejor que tenemos!
¡un buen deseo
no se le niega a nadie!
tampoco el afecto, la empatía,
¡el alma!:
las voces alentadoras
que de ella surgen
nos apartan
de tantas cavilaciones prejuiciosas
que en ocasiones,
obstaculizan
ciertos vínculos
imperdibles.
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