martes, julio 11, 2023

Proyecciones absurdas

 Lejos

 todas esas idealizaciones,


esas proyecciones, absurdas,

en el otro, en otros;


lejos


ese identificarse,

ese creer en demasía,

ese derroche de nuestros días


¡en quien sea!


en quien creímos o creemos

que era de tal o de tal otra manera.


¡Solo se trataba, se trata

de una construcción de nuestro imaginario!


esa persona especial

era, es especial porque así nos lo parecía,

¡nos lo parece!


¡nos jugábamos por entero!


¡cuántos momentos valiosos desperdiciados en falacias,

ideas sin asidero armadas en nuestra loca cabeza


enceguecida

por una ilusión más!,


-en definitiva,

de eso se trataba-.


E insistíamos,

insistimos.


Luego, claro,

llega la terrorífica decepción.


Si nos hubiéramos ocupado,

si nos ocupamos


más, un poco más

de nosotros


hoy nos conoceríamos,

casi por completo;


sabríamos, sabremos exactamente

lo que deseamos,


de quienes desconfiar,

en quienes creer


sin depositarlo todo,

ahorrando, siempre, un poco de energía,


por si acaso. 


¡Cuidarnos!


Todos somos vulnerables,

todos cambiamos con los años, las vivencias,

en fin, la vida.


¿Por qué creer en que un alguien no cambió,

que es el mismo que compartió con nosotros

instancias, situaciones, épocas, ¡culturas!

tan diferentes?


Es el momento

de re-crearnos.


No es posible

siquiera entablar una amistad,


si no nos empeñamos

principalmente, en nuestros intereses,


si no nos enfocamos

en comprender por qué nos pasa esto o aquello,


por qué reaccionamos mal ante determinada cuestión,

por qué no reaccionamos cuando quizás, debimos hacerlo.


¡Uhhhh, tenemos tanto

por descubrir acerca de nosotros mismos!


sin embargo, nos sigue atrapando esa obsesión

por el afuera: lo que se hace, lo que se dice,


lo que poseen,

lo que no poseen


incluso, personas

de quienes nada, en absoluto,

sabemos.


Insisto:


hay una persona principal

de quien considero deberíamos ocuparnos.


Saben a lo que me refiero.

Cristina Del Gaudio

Seguidores