Hago de cuenta.
Resulta más "saludable",
desde ya;
hago de cuenta
de que no recuerdo
aquellos detalles únicos,
los sueños
que ignoré,
que dejé pasar;
que retornaron
pero nunca como hubiera deseado;
paso
por los mismos sitios,
consciente de que no son los mismos;
pese a ello, los transformo
en otros, ¿sitios pretéritos?
¿sitios a futuro?
intento creer
en que siempre fue así,
en que siempre fue acá,
en estas calles,
con estas personas;
en que siempre fue
de este modo;
entonces, por un rato,
distraigo mi extenuada cabeza;
pero me cuesta
con el corazón,
¡con el espíritu!
a ellos
les confieso, en un susurro,
que no es por dañarlos,
que no es que haya olvidado:
tantos momentos, tantas emociones,
tantos encuentros, tanto de tanto;
es que necesito
descansar de las imposibilidades;
convencerme
de que esto es lo que hay,
esto es lo posible hoy;
entretanto, sigo escribiendo.
Al parecer, mi lucha
sigue siendo desde acá:
se trate de papeles, pantallas,
lo que fuera;
porque de las letras
cuesta, costaría olvidarse.
(El espíritu suspira, aliviado)
¡Lógico, si ellas intervienen
hasta en mis autoengaños!;
amigas,
cómplices,
empáticas;
por eso,
recomiendo, me recomiendo
pensar menos,
¡añorar menos!
así, nos demos cuenta,
así, las lágrimas se nieguen
a retirarse
y el nudo en la garganta
no desaparezca,
todo estará bien.
Nada será como fue,
eso no podremos cambiarlo;
pero sí nuestro modo de verlo,
de aceptarlo;
insertarnos,
en lugar de sentirnos fuera:
me refiero a este nuevo mundo
aunque haya cuestiones
con las que no coincidamos
o no podamos o no deseemos
entender ni admitir;
sucedió en otros tiempos,
en todos los tiempos;
les pasó a nuestros antecesores:
como fuera, siguieron,
mientras padecían,
entre penas, risas, carencias, golpes de suerte,
mientras intentaban amoldarse a lo nuevo,
a lo distinto,
(a algunos les habrá sido más difícil)
muchos sobrevivían,
se esforzaban por el día a día
sin detenerse a cuestionarlo.
¡Entonces
esa sobrevida
se volvía vida!
nosotros estamos,
respiramos,
tenemos lo necesario,
¡nos tenemos!
(no puedo verlas desde aquí
pero intuyo
el esplendor que despliegan
mis queridas flores violáceas,
las de la guirnalda de la estación);
¡hago de cuenta
de que las estoy viendo
en este preciso instante!
perdón si entendieron
que quiero decir que se acabó la ilusión;
persiste, claro que persiste,
de un modo diverso
se unió a la de otrora,
se fusionaron
rozan, casi a la par, mis pensamientos,
transformándolos en letras, en palabras,
en versos;
versos que también voy a olvidar
un día
o se aunarán
a nuevos,
con más, menos lírica,
con más, menos
similitudes
o quizás,
¡pensaré,
añoraré menos!
haré de cuenta.
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