miércoles, diciembre 27, 2023

Otro año que se va

 No te despidas

 sol

 

 sin evocarme


 aquellas charlas cómplices,


 atardecer, por acá,

 anochecer, por allá;


aquel conformarnos

con unas palabras, unos dibujos,

unos temas musicales


que alguna vez,

-no sé si lo recordás-

hicimos propios;


¡no termine jamás este día,

ni ningún otro


sin traerme el recuerdo de tu voz,

de tus gestos tan particulares!


ese modo especial

de llevarme de la cintura,


esos besos, esas caricias,

esa sensación


que es tan difícil


que seguirá siendo tan difícil


de recuperar;


no, no quiero que otro año

se vaya


sin tu presencia incandescente,

sin ese secreto que sostuvimos


que nos alentaba,

día tras día


¡para poder lidiar

con la asfixiante prisión

de la cotideaneidad!


ese periodo de exaltación,

de deseo incontenible,


se prolongó durante bastante tiempo;


pasó igual con el anterior


y el anterior al anterior;


¡siempre estuviste en mí

y yo en vos!


pero como todo lo bueno,

lo irrepetible...


acabó.


De una manera dura,

despiadada, quizás.


...................................................................................................................................................................


El transcurrir de los años

apaciguó


aquellas inquietantes pesadillas


que le siguieron a ese preciso momento

en que pisoteamos,


definitivamente,


lo mejor que tuvimos


en nuestra vida.




 

sábado, diciembre 23, 2023

Un buen deseo no se le niega a nadie

 No era, no es tan complicado.


"¡Feliz Navidad,

 feliz Año Nuevo!"


y un emoji,

(pequeño).


Y la devolución:

"felicidades y mis mejores deseos";


bien.


Pensar que vengo pensándolo

desde hace un año ya,


cuando te saludé

por escrito y en forma similar


y nada.


No importa.


hoy es hoy,

aún hay tiempo:


aquellas fiestas pasaron

como pasa todo;


en ocasiones,

el ser humano se comporta

casi casi como un niño 


si le digo, si no le digo,

si me gusta, si no me gusta,


¿le gustará otro?

¿le gustaré?


mejor le digo...

No, mejor no.


Y así 

la vida va transcurriendo

muy pero muy rápidamente,


entre dilemas

tan o más tontos

que estos,


cuando en verdad, no tiene nada de malo

decir lo que se siente,

lo que se anhela;


compartir


todo eso o parte

de lo que llamamos corazón,


lo que nos humaniza,


expone lo mejor

y lo particular


de cada uno de nosotros.


En resumen,


¡salgan, salgamos

a saludar, a ofrecer nuestra mejor sonrisa,

nuestras más motivadoras palabras


a quien sea,

en la circunstancia que sea!;


¡no cuesta nada!


¡es tan refrescante

entregar lo mejor que tenemos!


¡un buen deseo

 no se le niega a nadie!


tampoco el afecto, la empatía,


¡el alma!:


las voces alentadoras

que de ella surgen


nos apartan

de tantas cavilaciones prejuiciosas


que en ocasiones,

obstaculizan


ciertos vínculos


imperdibles.




jueves, diciembre 21, 2023

Construir "esos" momentos

 Si los sueños 

 no se cumplen


 ¡pues se construyen!


basta con dar con las personas,

facilitar las situaciones,


sonreír, sugerir,

¡pedir! ¿por qué no?


y confiar;


¿pasarse la vida

esperando que el milagro ocurra?


¡agotador!


y por lo general,

inútil.


Hay que proponerse ser un facilitador

de nuestros empeños,


de nuestros deseos;


apuntar hacia el horizonte

que hace tiempo vislumbramos


y dirigirnos hacia allí,

sin vacilar.


Si no sucede lo imaginado...

¿qué perdemos?


¡al contrario!


lo intentaremos

en otra ocasión,


¡insistiremos!


nada está perdido

si no está perdido en verdad;


por eso,


nada de sentarse a esperar,

salir a la vida


y autoimpulsarnos,

crear, armar


nuestros inolvidables

momentos de felicidad.


(Nadie mejor que nosotros

para concedérnoslos)



domingo, diciembre 17, 2023

Acaso... ¿te perdí?

En verdad, ¿eso sería posible?


¿en algún momento te tuve?


y vos...


¿me instalaste, siquiera por un microsegundo

en tu cabeza, en tu corazón?


no lo creo.


¡No se puede perder

lo que nunca se tuvo!


no hay "esfuerzos" que valgan,


mucho menos, súplicas, 


¡ni preguntas!


jamás se obtendrá

la más mínima respuesta.


La vida sigue,

por suerte,


aquí, allá,

llegan las lluvias, los truenos,


los días de sol,


los días de risas,

los de penas;


aquí, allá

y donde sea


la gente pierde a personas

que sí estuvieron a su lado,


-a quienes sí les importaron-.


Sin embargo,

continúan,


luchan,


no detienen

sus empeños


aunque, entre lágrimas

recuerden los momentos claves


de quizás la más bella película

que vieron


¡y vivieron!;


entonces


no cabe llorar

por imposibles;


ni siquiera si arrecia la peor tormenta,

ni siquiera si alguna que otra lágrima

confunde, amenaza


atribuyéndole a ese amor imaginado

por uno,


manipulado por el otro,


un sitial que no merece,

ni por un maldito segundo


opacar


tan preciosa, invalorable


existencia.



 




viernes, diciembre 15, 2023

Apartarnos de la oscuridad

 Quizás,

 en estas fiestas


  no nos sea posible

  regalar algunas o muchas cosas


 como veníamos haciéndolo todos los años;


 sí hay cosas

 no materiales


 que podemos obsequiar


 entonces, rebalsaría de felicidad


 el corazón,

 el alma:


ayudar con algo, sea un objeto,

una carta,


una palabra, esa frase alentadora,

¡compañía

para alguien que la necesite!


¡Y claro que sería fantástico dejar de criticar

al que piensa en forma distinta,


aceptarlo, comprenderlo,

no discriminarlo!


¡perdonar!


así, el otro 

no lo disponga de igual modo;


nuestro perdón,

nuestro olvido de sus ofensas


nos aliviaría,

nos quitaría esa terrible carga

de rabia, ideas de venganza,


¡negatividad absoluta!


¡ si pudiéramos apartarnos de la oscuridad,

intentar reencontrarnos

con la luz, con nuestra propia luz!


¡y esparcirla!

a todos, a los que queremos

y nos hicieron, nos hacen bien


pero también a los que nos dañaron,

nos abandonaron, nos traicionaron,

nos ilusionaron


para luego esfumarse

de nuestra vida;


no importa

si ellos no se disculpan;


si no tienen remordimientos,

si no registran nuestro dolor,

nuestro extrañamiento;


nosotros sí lo registramos

y pese a ello, sería lo mejor


olvidarnos,

pasar la página,


reencontrarnos

con los que nos valoran,

nos suman,


¡nos aman 

de verdad!


abrazarlos, darles muchos besos,

muchísimos buenos deseos,

comprensión, apoyo, empatía


son los mejores presentes

que este año


nuestro Santa Claus interior


podría ofrecer


y si el milagro acontece,

-sin exigencias ni expectativas-


también


recibir.


¡Feliz  Navidad para todos!

lunes, diciembre 11, 2023

Lágrimas... como piedras

 Ella lo quería,

 lo quiere,


 -O así lo supone-,


¡porque no consigue quitárselo

de la mente, del corazón!


rueda como zombie

por la casa


sin destino,

sin sentido,


por inercia;


dejó de importarle

lo que siempre le importó;


dejó de soñar,

dejó de reír,


¡dejó de desear, de sentir,

de ser!


no sabe ni sabrá nunca

si se trata de una obsesión


o de un amor

de verdad;


o el hecho de su imposibilidad

hizo que se le volviera algo tan central


hasta alejarla

de todo lo demás,


de todos los demás,


de sí misma;


ella ¿lo quería?

¿lo quiere?


es probable,


si se habla de amor

cuando lo trastoca todo


y se experimenta

como una espada filosa


que roe y roe

el espíritu,


hasta desangrarlo;


no importa

cuál fue o es el sentimiento.


Ella ya no es ni será quien era,

no recuerda siquiera qué hacía, en qué pensaba antes de...


ni le preocupa

indagarlo;


sigue su rutina

a desgano,


el sol.

la lluvia,

el viento,


todo le da igual.


No puede quitarse 

tremendo peso de encima.


Lo intentó


pero desistió del intento.


Ella


que reía por todo,


¡hoy llora

sin parar!


lágrimas que caen como piedras


hasta perforar los ojos.

viernes, diciembre 01, 2023

Cárceles-refugio

 Los hay que ocultan

 sus sentimientos


 detrás del árbol 

 más frondoso;


y los hay que los exponen

en demasía


(luego, tal vez,

se arrepienten)


-o no-


mas esa es su naturaleza

y supongo que está muy bien

no renunciar a ella;


en fin, hay quienes temen

al amor, en uno o varios aspectos;


es así

que si no se esconden,


fingen "estar"

cada tanto:


una palabra, apenas,

un signo, otro indicio


de que aún están ahí,

a la espera de la reacción del otro,


siempre a la espera.


Y el otro, el que exhibe quien es,

qué siente, en qué cree


sin tapujos,


sin tabúes,


sin reservas,


probablemente,


insista

en gritarle: "piedra libre"

para que libere, poco a poco,

a ese corazón atormentado


de su cárcel-refugio;


o si es fuerte y se atreve

-cuando la cárcel- refugio se vuelve un muro inquebrantable-


intente derribarlo


para luego convencerlo

con su sonrisa, 


con sus ilusiones estridentes,


con el alma abierta

de par en par


para que ese ancestral temor

se desvanezca;


los hay de unos

y de los otros;


por mi parte, elijo

a los osados,


a los que no piensan

en las consecuencias;


no especulan

con lo que estarían dispuestos

a dar;


¡dan... y listo!


luego sucederá

lo que el universo disponga

para el caso;


nada es previsible

ni definitivo.


Y solo de ese modo,


atreviéndose,


se logra


hasta lo que se consideraba


absolutamente imposible.


Cristina Del Gaudio

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