lunes, junio 24, 2024

Tristeza ¿inexplicable?

 La tristeza.


La tristeza

versión inexplicable.


 Cuando todos o algunos

 te dicen, -sin entender-:


 ¿por qué?

 tenés esto, hacés lo que te gusta,

 no como....(refieren un nombre de algún familiar

 o conocido que esté pasando por alguna enfermedad

 u otra situación a la que consideran terrible);


 no entienden


 que la tristeza

 en ocasiones, momentánea,


por lo general,

incomprensible,


puede remitir

a vivencias del pasado:


no solo personales,


sino de alguno o varios

de nuestros antecesores.


Alguna vez

me dijeron que los inmigrantes

que debieron venir desde Europa

-y en condiciones no precisamente confortables-,


debido a la guerra,


cargaban, desde ya,

amén de la pobreza material,


con temores, dolor, 

angustia,


¡incertidumbre!:


se trataba de un país desconocido,

¡un continente nuevo!


en fin,


esa tristeza, esos miedos,

pudieron haberse extendido a nosotros,


a pesar de que hayan sido padecidos

por abuelos, bisabuelos, tatarabuelos,

según el caso;


provenga del tiempo y de la persona

o las personas que provenga


-o de ninguno-,


no es fácil

enfrentar esa sensación de desaliento,


de desgano, 


un desinterés absoluto hasta por lo que generalmente

suele atraernos, inspirarnos;


¡esa horrible sensación se nos hace eterna,


así quede reducida


simplemente, a unos instantes!


sábado, junio 22, 2024

Pasiones gélidas

 ¿Por qué no tiembla

 mi corazón


 como ocurría

 no hace tanto,

 aunque sí...?


¿por qué no muero 

de amor


tal como entonces?


finalmente,

¿estará bien esto de "soltar"?


en verdad,

no me lo propuse,


de pronto, sucedió;


confieso que extraño

aquellas sensaciones,


esos latidos imparables,


¡hasta ese dolor

cuando no entendías


o no querías

o no podías entender


lo que me pasaba!


¡lamento

haber dejado de amarte!,


realmente

lo lamento mucho.


Eras un gigantesco, incomparable

incentivo,


eras quien me llevaba 

de la mano, sin saberlo,

hacia un pasado de ternura, 


de mimos, caricias,

besos,


despreocupación,

risas,


promesas 


no siempre ciertas

¡pero imposible desoírlas!


¿Qué importaba,

de todos modos?


cuando esos ojos maravillosos

brillaban de esa manera al mirarme,


cuando tus palabras, tus gestos,

colmaban de ilusión, de ganas,


de deseo,


mi día,


¡mi vida entera!


todo parecía más fácil

a tu lado


y lejos pero cerca

también;


todo parecía estar al alcance

de mis manos, 


todo parecía eternizarse

con tu presencia,


con tu ausencia;


¿y hoy?


busco en esa fotografía

algo de todo aquel sentir


mas no hallo nada.


Miro por la ventana.


El invierno

lo invade todo,


convierte en gélida

aquella pasión que nos parecía inextinguible;


lluvia, viento, frío


pero ni una sola lágrima.

 

Frente al espejo

 Al final de cuentas

 uno es lo que puede,


 lo que intenta,

 lo que busca,


 lo que desea,


 así muchas veces

 se dependa de otros;


 uno hace su parte,

 más allá de respuestas,

aceptaciones, devoluciones;


 uno es quien es


aun con sus anhelos,

sus proyectos,

sus sueños,


con o sin la participación

de un tercero;


si no se pelea

por lo que se quiere,


si no se hace

lo que se tiene/anhela hacer,


lo que siempre

nos marcó a fuego,


¿qué otra cosa

podríamos hacer?


lo contrario sería fingir,

sería disfrazarse de alguien diferente,


sustituirnos.


Sería aspirar

a lo que ese otro, otro u otro

aspirarían;


creo fervientemente

en el ser:


en el poder del ser

transformándose día tras día,


sin miedos,

sin vergüenzas, sin restricciones;


más allá de apoyos,

obstáculos, rechazos,


negatividad.


¿Vinimos a cumplir una meta?


 quizás.


 Antes que nada, a sostener nuestra identidad,

 nuestra esencia, nuestro sello exclusivo y excluyente.


 Luego, vendrán o no

 quienes estén de nuestro lado

 o del otro.


Poco importa.


¡Es tan lindo mirarse al espejo

y decirse: así soy,

así me apruebo,


no me arrepiento de nada,


me quiero,

me querré 


por siempre!


 

domingo, junio 16, 2024

Una pared sólida...aunque no indestructible

 Llevó

 años, muchos


 asumirlo.


 Entretanto, escuchar o ver:

 "día del padre esto, día del padre aquello,

 día del padre en tal lugar o en aquel otro"...


 Día del padre.


 Sé que en todo eso

 hay mucho 

 de interés, de comercio.


Uno ama a su padre,

esté vivo o no


cada día,

a cada instante,


siempre se cree ver

a alguien parecido,


siempre existe un recuerdo,

una frase graciosa, una advertencia,


un enojo,

un momento de alegría,


un paseo,


una o más salidas

divertidas: al circo, al cine,


a comer pizza, helados,

a la calesita,


adonde sea;


siempre,

si existe la misma casa 


en que él estuvo

hasta el final,


habrá un rincón,

un cuadro,

un par de pantuflas,


alguna otra prenda,

no sé, un reloj, lo que fuera


una, varias herramientas;


un acontecimiento

vinculado a esos, a otros objetos

o lugares.


Esto es algo habitual


en el caso

en que su vivienda sigue siendo la misma,


¡la que él mismo construyó!


mi habitación,

hoy, living o algo así


sigue estando,


¡su galpón!


en fin, su presencia

no deja de envolvernos.


Pero con el tiempo

va doliendo menos


y se va valorando más y más

lo que hizo, el gran hombre que era,


¡el mejor!


la pared sólida,

-aunque no indestructible-,


a la que nos aferramos


un tiempo


que pudo ser mayor,


pero fue ese.


Un tiempo

de muchas vivencias


y de tan pocas.


Hoy sonrío, en lugar de llorar,

porque tuve un papá como pocos

quizás, tuvieron o tienen la suerte de tener.


Porque éramos todo para él

y todo lo dio para que nos sintiéramos 

cada día, a cada instante


más y más contenidos,

cuidados, amados.


¡Gracias a la vida!


¡gracias, papá

por haber sido mi papá

y el de mi hermano!





viernes, junio 14, 2024

Robotizados

 De pronto,

 

 es como si la niebla

 te ocultara;


 no solo la de ayer

 ni la de hoy


 sino

 siempre;


 miro esa única foto

 que ya tiene sus años


 y no te veo más

 en esa mirada,

 en esa postura,

 en esa actitud,


en esa sonrisa.


Sos un personaje más

entre los tantos desconocidos,

-algunos inexistentes, solo bots-


 que abundan

 y en ocasiones, confunden;


nada más que eso.


Mi corazón no se detiene,

no sangra mi mente, mi espíritu


mi imaginación

no me reenvía a ninguna parte;


solo una réplica:


Eso es lo que percibo

al verte, rígido,

en esa imagen,


la única que tengo,


la única

que me dejaste


solo porque integra

tu perfil.


(O el que permitís que yo vea, desde ya).


No te preocupes,

-no lo hacés ni lo harás-,


también me robotizo

cuando observo, solo por curiosidad,


si seguís mostrándome

la reproducción de eso que fuiste


cual  premio "consuelo".



miércoles, junio 12, 2024

Apuesta a lo bueno

 Cuesta decirles,

 decirme


 que todo estará bien,

 que vendrán tiempos mejores,

 mucho mejores;


 que se acabarán las injusticias,

 que los pobres no serán herramienta

 de uso,


 según conviene, convenga

 a algunos;


que los amores,

todos, todos los amores


serán, como mínimo,

platónicos;


que el que ama

será feliz amando,


sin exigir

devoluciones ni promesas;


ojalá

pudiera decirles, decirme


y quiero hacerlo


que el amor en todas sus variantes

será incondicional,


que existirán

esos lazos inquebrantables,


esas personas insustituibles,


¡esos besos, esos abrazos,

esas palmadas en la espalda!


todo eso que tanto necesitamos,

que tan poco o tan pocos


reciben o poseen,


del que muchos descreen,

del que algunos, incluso, se mofan;


¡qué bueno es decirles,

o sería decirles

que volverán los grandes sueños,

los que son factibles de cumplirse!


así resistan también los otros,

-no desmerezco imposibles-;


asegurarles que lo lograrán,

lo que sea que anhelen, tal vez,

desde hace tiempo, años;


que entrará por la puerta

quien esperamos,


que saldrá

por la misma puerta


quien nos daña,

quien no nos suma,


quien solo nos hace llorar,

quien nos manipula, nos humilla;


¡ojalá nadie permita

que ninguno, quien sea, abuse de él o de ella!


¡ojalá si lo hacen, 

los que lo hacen sean castigados!


sería maravilloso

que los "te quiero, me importás, ¿cómo estás?"

retornen


pero sean de verdad;


sería maravilloso

que no existieran más las decepciones

o que no se fijaran expectativas


en lo que desde un principio

se percibe oscuro, dañino;


en fin,


que pensemos más en nosotros

que tanto en otros,


que nos aprobemos

para luego, si lo desean,

nos aprueben


o no.


Si no nos queremos,

si no nos impulsamos, 

si no confiamos en nosotros


nadie,

ninguno


lo hará.


¡A seguir confiando

pero a no dejarse engañar

con frases bellas,


con presencias efímeras,

con ratos de sobra!


amemos sin parar,

mas sin permitir

que nos extingan.



jueves, junio 06, 2024

Ese día y el otro y tantos más

 Preguntarte,

 simplemente:


 ¿seguís allí?


 no me responderías,

 ¿eso sería o no una respuesta?


 lo intenté.


 Jamás me perdonaste.


Leo libros

que me incitan a evocar

tantas cosas que vivimos


o similares


y otros, 

a darme cuenta del sin-sentido

de esas evocaciones;


¿qué hacer, entonces?


todavía se cruza tu mirada

con la mía;


todavía

puedo recordar aquel sabor,

aquel aroma;


revivir


ese día y el otro y tantos más.


¿Vos te acordás 

en algún momento, de mi?


llegara el día final


y no lo sabré.


Moriré

y me llevaré a la eternidad este sueño:


el sueño 

de un amor que lo fue todo

y más


que se me escapó

de las manos pero nunca del alma,


el sueño de un amor

único pero imposible,


tristemente


irretornable.



 

Miles de despedidas

 Me detuve

 en ese mismo punto.


 Un sitio

 al que nunca olvidé


  ni olvidaría;


  olía a tierra húmeda,

  a clorofila,


  a perfume

  de primavera;


  cerré los ojos:

  también olía a vos;


  aquel beso

  selló algo que se iniciaba


 que duró lo que tuvo que durar

 o lo que hicimos que durara;


que se repitió,

aunque de diversa manera,

años más tarde;


esa segunda etapa

también duró lo que tuvo que durar


o lo que quisimos que durara

o lo que pudimos lograr que durara;


hubo miles de despedidas.


-Las sigue habiendo-


todavía,


vos allá, tan lejos,

yo, acá, tan lejos.


seguimos despidiéndonos;


¿por amor? ¿por pasión? ¿por nostalgia?

¿porque la vida nos hizo mayores

y no nos resignamos a tantos cambios?


no lo sé.


Solo sé

que te saludo y me despido


en muchos

de mis sueños;


también,

despierta;


solo sé


que siempre te tendré,

te sentiré


en ese espacio

¿del corazón, del alma?


como prefieras;


por cierto,

exclusivamente tuyo.


Para siempre.




"Porque en noches como esta la tuve entre mis 

      brazos,

 mi alma no se contenta con haberla perdido"


Pablo Neruda, "20 poemas de amor y una canción desesperada", poema 20. Editorial Losada, Buenos Aires, 1985.



Lujo incondicional

 La enredadera,


 sí, esa misma,


 la de flores color violeta,


 hoy se ve

 casi totalmente despojada.


Apenas, algo de follaje,

apenas...


sin embargo,

así no me haya prometido nada

ni lo hará,


sé que retornarán

sus impactantes campanillas;


¡claro que sí!


será una vez más

el adorno más preciado


entre el verde de esos arbustos,

su renacer y el de alguno que otro árbol;


¡falta menos

para la entrañable primavera!


De todos modos,

casi desnuda como se la ve,


me detengo igual:

la venero, le agradezco;


obvio,

ella ni se entera,


continúa

con sus ciclos


hasta que la inexorable muerte

la atrape;


-espero que falte mucho tiempo-.


De todos modos,


no faltarán en mi imaginación ni en mi camino,

esa, otra y más enredaderas;


de otras especies, con flores de distinto color,

distinta belleza.


¡Vaya a saber

lo que la naturaleza depara!


ese es su misterio,


el lujo

de su incondicionalidad;


seguirán sucediéndose las estaciones


y natura, aportándonos aire puro,

colores, frescura, ¡ánimo!


acaso, ¿nos parece poco?

martes, junio 04, 2024

Vano retorno a un pasado recortado

 ¿Por que entristece

 un pasado difícil


 en más de un sentido?


 Debería tomárselo

 como ejemplo o ex-ejemplo

 de resistencia,


 porque aquí estamos,

 aquí respiramos, soñamos,

 nos esforzamos


 todavía


 y aquello ya huele a humedad

¿cuál es el sentido de traerlo de regreso?


en fin,


las personas somos extrañas,

algo o muy incomprensibles;


Al contrario

de lo que uno hace o piensa o rememora


acerca de esos viajes de retorno

a un pasado recortado

en que uno recuerda algunas cosas


-y olvidó muchas-,


se juzgan los hechos

erróneamente,


al equipararse, de algún modo,

al niño, al joven que fue


sin entender

que en esas etapas de la vida

todo se ve diferente


y el dolor que puede causarnos

una u otra vivencia


es actual;


probable, seguramente

no se sintió de igual manera


en una, en otra edad;


hoy somos esto que somos,

sentimos lo que hoy sentimos,

también gracias a aquello


pero supongo

que sería mejor dejarlo atrás,


seguir como podemos,

desde el lugar en que estamos ahora;


puede que padezcamos ciertas situaciones

más que en esos tiempos,


mas, paralelamente,

valoramos en mayor grado 

lo que somos, lo que logramos,


a las personas 

que nos aman,


¡a las que nos amaron,

así hace rato no estén por acá!


un café compartido o no

se vive con mayor intensidad,


una recorrida por un parque, por un bosque,


plenos de árboles: algunos amarillos,

otros, aún floridos, otros, con las ramas despojadas,


el viento rozándonos la cara

ahora mismo, no ayer,


porque si ayer

hubo árboles similares,


el viento rozó de un modo parecido nuestro rostro,

el cielo se veía tan o más azul que ahora


casi no lo advertíamos.


Consciente

o inconscientemente,


se sabía que ya habría tiempo

para esas  "trivialidades".

domingo, junio 02, 2024

Para los que dicen que escribo cosas tristes

 Dicen, algunos,

 que escribo cosas tristes;


 puede que se cuele, entre mis letras, una pizca o algo más 

 de nostalgia:


 algo vinculado a recuerdos específicos acerca de un amor

 que no sé si era o no amor

 pero aconteció;


 puede que cuente

 que soñé y que en el sueño sí era mi amor,

definitivamente,


 el único, 

 o no el único


pero el más recordable.


No quiero entristecerlos,

-lejos está en mí esa intención-,


a veces cuento sobre algo personal,

sobre otros, sobre lo que pasa

o no,


por ahí,

soy más realista que fantasiosa


en ciertas ocasiones;


y ser realista

lo consideran, algunos, -no me refiero a la mayoría-,


triste.


Supongo


se trata de personas que habitan un universo

creado por ellos mismos, 


idealizado, para favorecerlos,

para no darse cuenta


de lo tristes

que en verdad, están.


No lo sé,

no estoy segura.


Si te recuerdo así, tan lindísimo,

tan afectuoso, tan apasionado,

tan tan tan...y tan...


¡chau, cuestiones "tristes"!


¿qué importa lo que duró 

o si ya no compartimos aquello?


hemos sentido, hecho, vislumbrado,

delirado


lo que pocos...


¡eso es más que suficiente!,


privativo

de algunos.


¡Y nos tocó

a nosotros!


les cuento a estos seres que me consideran triste,

que reír todo el tiempo de todo, de nada,


no llorar porque se lo considera debilidad,


pretender que salió el sol cuando está nublado,


querer ver

lo que no existe ni existió


no tiene que ver con la pena.


Es lo que es,


¡es libertad de observación, de sentires,

de pensamientos!


es lo que se vive, se vivió,

se imaginó, se desea que regrese


o no.



Búsqueda inevitable y extenuante

 Se busca

 consciente e inconscientemente


 aquí y allá,


 en ciertos hechos naftalínicos,

 en ciertas carencias, en ciertos abandonos,

 en ciertos desamores,


 en ciertas pérdidas.


Se busca.


Solo se hallan sucedáneos:

en intereses o desintereses


que apenas o ni apenas

satisfacían, satisfacen

las ansias de un momento, de un día


para luego,

hundirnos aún más en ese insondable vacío;


pasa el tiempo


se sigue probando

con afanosos estudios,

certificaciones, títulos,


insaciables adquisiciones,


amistades que ni merecían ni merecen esa denominación,


amores que ni merecían ni merecen

ser nombrados;


¡nos apuramos!


como si la vida estuviera a punto

de arrojarnos hacia un sitio irretornable


como si las horas se tornaran

más y más amenazantes;


por suerte o no

se crece


y ello incita a darse cuenta,

a "ver"


que lo que tan afanosamente

se buscó por años...¡ya se poseía!


se tenía lo necesario,

materialmente hablando,


también amores, amistades, 

ofreciendo contención, afecto, ¡de verdad!


pero no nos satisfacían

o simplemente no reparábamos en ellos.


-Tal vez,

uno no creía 

merecerlos-;


se tenían dones,

se tenían habilidades,

aptitudes para...


y se ocultaban, (¿por qué se ocultaban?)

en un inaccesible cofre;


mas se tenía lo más importante de todo:


¡Se tenía, se tiene a uno mismo!








Cristina Del Gaudio

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