Que nuestros temas
de conversación, de lecturas,
de TV
no se limiten
a todas esas cuestiones médico-científicas:
virus, cepas, rebrotes,
paliativos, vacunas,
¡miedo!
que ese miedo anticipatorio, horroroso
a enfermarnos,
a morir;
a que la gente que queremos,
a que otras personas,
se enfermen, mueran;
¡no, por favor, que ese miedo no nos impida
seguir estando en lo que estábamos
antes de...!
que insistamos, siempre, en seguir creyendo,
imaginando, creando, haciendo,
amando,
riendo, disfrutando;
que no nos quite
el goce del hoy;
que no nos impida
respirar.
Porque aún respiramos, somos,
sentimos, nos emocionamos, nos ilusionamos,
temblamos;
porque están esos tremendos árboles,
el sol que arde con demasiada intensidad
y en otros sitios, apenas entibia o ni siquiera,
¡pero está la nieve con su toque mágico,
están los abrigos, los cafés humeantes!
hay tanto, tanto por y con lo cual
recuperar el sentido.
Pese al virus, a los rebrotes, a las cepas,
¡a los médicos, científicos!
no dejemos pasar ni un día más
sin darnos cuenta de todo esto,
¡de cuánto poseemos!
la mañana da paso a la tarde
y enseguida, llega la noche
y todo acaba.
¿Por siempre?
¡no!
para muchos, afortunadamente,
habrá muchas mañanas más, atardeceres,
con más, menos frío,
y más noches
pero que no serán final, ¡pues no lo son!
son la antesala de nuestra otra existencia:
-claro, la de los sueños-,
¡si no nos olvidamos
de soñar!
valoremos lo que somos,
lo que sentimos, lo que anhelamos,
con plena consciencia
de nuestro yo,
¡sin olvidarnos de agradecer
el poder estar, el poder pensar,
vislumbrar, proyectar!
dirán: el futuro es incierto,
¡pues, siempre lo fue!
el pasado pudo haber sido bueno
pero acabó;
Planeemos este ahora,
planeemos, en principio, el instante;
ya mismo, mientras les estoy escribiendo,
¿qué pueden hacer para mejorar este momento?
¡no hay tiempo que perder!
o mejor dicho,
hay mucho, mucho tiempo
por ganar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario