Apenas,
un atisbo
¡una efímera quimera!
aún así,
bien lo vale;
en estos tiempos
desprovistos de sorpresas,
carentes de magia,
de expectativas,
de risas;
en que el sueño
le gana a los sueños,
cuando se puede dormir:
¡una ilusión
así quede en eso y nada menos,
vale mucho más que antes,
mucho más quizás, que luego,
que mañana,
que dentro de un tiempo!
¿quién sabe?
y los ojos, la mirada
resurgen luego de la resignada somnolencia,
vuelven a brillar
desmesuradamente;
el corazón late
lo que dura el momento,
y un rato más,
como hacía largo rato
no latía;
¿cómo describirlo?
en medio de tanto, de tanto horrible,
en medio de un miedo
que no se parece en nada
a miedos que le precedieron
ese indicio
que quedó en eso,
ese vestigio
de una posible conexión,
de algo
que ya no se esperaba
y sin embargo...
bien vale
las tantas penurias,
los tantísimos riesgos,
el agobio de las innumerables precauciones
el hartazgo
de no poder hacer tantas cosas
la culpa, el temor
sobre los hombros
si se las hace;
por eso, les digo,
no desestimen
en lo más mínimo
lo que se parezca, así sea, en muy poco
a ese algo, alguien
que reaparece,
luego de haber renunciado
a su espera;
les juro
que vivir algo así,
siquiera, por un minuto,
en días tenebrosos,
tristes, de pérdidas, enfermedad,
peligro, sufrimiento,
es un elixir divino,
un rayo especial
apuntando justo justo a nuestro espíritu.
¡un regalo del Universo!
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