domingo, marzo 30, 2025

Insistencia

  No sé por qué

  insisto en un perdón


  que jamás llegará;


   insisto

   en un mínimo saludo,


   en alguna palabra,

   frase, lo que fuera;


   no sé por qué;


  no busco dañarte,

  ni alterar tu ritmo de vida;


  renuncié hace rato

  a la posibilidad de...


  solo en nombre

  de todo aquello, de tanto,

  de mucho,


  una lectura,

  un indicio,


  lo que fuera;


  no sé por qué


  si por ese pasado

  que fue tan especial,

  tan diferente;


  o por esa otra oportunidad


  que también fue tan especial,

   tan diferente;


  o por ese diálogo a la distancia,

  más reciente


  que terminó pésimo.


 ¡Admito mi culpa,

 admito mis acciones!


 de las que me arrepiento,

 una, otra vez;


 solo quise enviarte un feliz cumpleaños,


 pues, pese a lo que sea,

 aún te recuerdo


 e intento

 colmarme de los momentos buenos


 que fueron inolvidables,


 -así pretenda, en ocasiones,


 olvidarlos-;


 no sé por tu parte

 qué hiciste con ellos;


 probablemente,

 los sepultaste,


 los ocultaste en un sitio

 tan pero tan inaccesible


 hasta para vos mismo,


 hasta para tu alma


 que al parecer,

 -quizás, sea mejor así-


 perdió la memoria.



 

viernes, marzo 28, 2025

Olvidándote, recordándote

 Hay un espacio

 pequeño, infinito:


 lo niego a mi cabeza,


 -no puedo hacer lo mismo

 con mi corazón-;


 ese espacio

 aunque me pese,


 aunque me resista,


 aunque me enoje,


 es tuyo,

 todo tuyo


 o nuestro,

 -como quieras-;


 no sé si te sucederá

 algo similar,


 no sé.


 En ocasiones, me lo pregunto,

 en ocasiones, hago como que no existe;


 vivo olvidándote,

 recordándote,


 al unísono;


 -pero esto nadie, ni vos

 lo saben-;


 se trata de seguir,

 se trata de resistir,


 se trata de no preocupar a otros,

 de no preocuparme;


 se trata de aceptar

 que si por un momento,

 reaparece en mi todo aquello,


 si habitás por un micro-instante

 ese ínfimo pero intenso

 sitio


 no debería permitírmelo,

 no debería abandonarme


 a lo que ni siquiera,

¡ni siquiera, sobre todo para vos!


 es un recuerdo.

miércoles, marzo 26, 2025

Un nuevo nacimiento

 Desfilan, desfilan...

 ¡pobre nuestra tan agobiada cabeza!


 traiciones, mentiras,


 decepciones,


 pérdidas, 

 injusticias;


 desfilan

 

 -parece que no pudieran detenerse-.


  Es difícil

  cortar esa cadena nefasta,


  ¡empezar de nuevo!


  reimpulsar nuestros hábitos,

  volver a nuestros espacios,


  empezar de cero

  como si hoy, ahora, en este instante


  todo comenzara.


  ¡Un nuevo nacimiento!


  una nueva posibilidad

  de mejorar algunas de nuestras antiguas elecciones,


  conservar, si no dañaron, si no dañan

  algunas,


  descartar, sin pensarlo ni medio segundo

  a las demás;


  ¡sumar a nuestro favor!


  leer, escuchar,

  no dejar de incluirse


  en la realidad,


  pero sin que ello

  perturbe nuestro paraíso interior,


  el que durante un tiempo

  o alternativamente


  sostuvimos


  e insistimos tanto, tanto


  ¡en no renunciar a ese tesoro

  por ningún motivo!


  sin mantenernos al margen

  de todo, en una burbuja


  es imprescindible

  protegernos, 


  no permitir que nos contamine

  toda esa basura


  que tantos están empeñados

  en arrojarnos;


  esa energía absolutamente negativa

  que empaña


  nuestras pequeñas casitas,

  con esas mínimas pero tan valiosas


  felicidades


  que nos son propias,

  que siempre nos fueron propias,


  que nunca ni siquiera pensamos

  ni deberíamos pensar


  en olvidarlas,

  en abandonarlas,


  por nada, ¡por nadie!


  sea cual fuera

  la maniobra maquiavélica


  en pos de contaminarnos,


  al punto de convencernos

  de lo contrario.

jueves, marzo 20, 2025

¡Basta con despertar!

 Basta

 con despertar,


 agradecer

 por estar en casa,


 por el café o los cafés

-acompañados con algún chocolate, ¡mucho mejor!-


 por mirar por la ventana,

¡por poder ver!


¡un cielo azul que lastima la mirada

de tan bello!


los árboles 

cercanos o lejanos,


los pájaros

sobrevolando, trinando,


posándose o no

en el balcón, en el jardín,


donde sea;


¡donde sea que estés

agradecer la existencia!


saber, ser conscientes,


de lo que tenemos, lo que somos,

lo que podemos hacer.


Hay quienes no tienen nada o casi nada,

ni siquiera lo básico,


no tienen casa,

¡no tienen lo necesario para subsistir!


tampoco alguien con quien compartir,

a quien contarle lo que fuera;


algunos, muchos

no gozan de buena salud,


los hay

que están tan tristes


que olvidaron sus sueños,

sus ilusiones,


¡los que sí tenían meses o años atrás!


los hay que soportan todo,

que soportan lo indecible


por apenas, sobrevivir;


agradezco este sol,

-aunque me queje del calor-,


agradezco a quienes me quieren,

me estiman, me valoran


así sea a la distancia;


agradezco ser quien soy,

poder confiarles estos pensamientos,


poder llegar a personas

que jamás veré


pero tal vez, al leerme,

hallan o o hallarán algo que les sirva,


que los estimule;


agradezco mis ganas

de poder llegarles


al menos, de esta manera.


Que todos puedan ser felices,

siquiera por un momento,


o tengan la posibilidad de hallar

ese pequeño rincón, dentro suyo


que les recuerde, siempre


que aún y pese a lo que sea


¡la vida sigue! 


¡y algo -o mucho-

puede cambiar!

miércoles, marzo 19, 2025

¡Maldecí!...pero no te entregues

 Si esa persona

 que roba tus sueños


  noches y noches;


  si ese amigo, amiga,

  te decepcionan,


  se alejan o los alejás,

  pues no son como creíste que eran,


   porque ya no te suman;


   si incluso un familiar,

   un hermano, una hermana,


   ¡si alguno de tus padres

   o ambos!


   demuestran desinterés

   respecto a tus asuntos,


   te discriminan por ello,

   te controlan en exceso,


   te culpan,


   en fin,

   no te dan ese amor


   que tal vez deberían

   -o así lo percibís-,


   evitá, en lo posible,

   arrojarte a la inmunda autocompasión,


  al desamor por tu propia persona,

  a la tristeza más intolerable;


  pues tu cuerpo, tu corazón,

  ¡tu alma!


  no son inmunes


  a esas sensaciones de desesperación

  que paralizan,


  aniquilan la autoestima,


  te reducen, inmersa en negros pensamientos,

  a la nada;


 podés llorar mucho, cuanto desees,

 gritá hasta casi perder la voz,


 ¡maldecí!


 pero no te entregues.


 Solo vos, antes que cualquiera,

 debería interesarte;


 abandonarte a designios ajenos

 te aniquilará


 por dentro,

 por fuera;


 si no te defendés,

 si no te autoprotegés,


 nadie lo hará.


 No incites al espejo

 a nublarse ante tu mirada;


 recuperá, poco a poco,

 esa fuerza


 así la hayas abandonado

 durante un rato.


 De lo contrario,

 si no ponés todo tu ser

 en pos de regresar a lo tuyo,


 nunca podrás ser vos mismo:


 apenas, vivirás la vida


 de otro,


  de cualquier otro.




  

Cristina Del Gaudio

Seguidores