Después de un largo andar
con pasos seguros
o inciertos,
pequeños, grandes retrocesos,
aquí me encuentro
-y me desencuentro-;
cuando creo o me parece
que logré reconciliarme
con todo aquello,
con todos aquellos,
¡conmigo!
siempre falta,
siempre surge
la carencia de...
pero sería imposible
reescribir, en el marco de lo real,
un ayer modificado,
salvo en la literatura,
claro;
es tarde,
hace rato lo es,
para transitar
en reversa;
solo queda
persistir, resistir
en el presente
e ir reconstruyéndonos,
en parte, como se pueda,
minuto a minuto,
día tras día;
no sirve buscar
lo que ya no existe:
ya no están los lugares,
las personas, los objetos
o siguen estando
pero no son los mismos;
por eso, podemos cambiar
el ahora,
o seguir siendo
en algunos aspectos
y modificar otros;
¡cambiar
para amarnos, de una vez por todas,
para aprender a convivir
con nuestra esencia!
hoy es lo que cuenta.
Hoy les estoy escribiendo,
les cuento cosas, les hago ver
o dejar de ver.
¿Mañana?
¿quién sabe?
en este momento
puedo decirles que no fue tan malo,
-si lo piensan, es así-,
hicimos lo que pudimos,
¡todos!
ya no nos sirve
la sempieterna novelización de las situaciones vividas
adaptadas, supongamos, a nuestros deseos;
ahora resta continuar,
ir despojándonos de tantos amuletos,
frases que organizamos a nuestro antojo,
fotografías agrietadas.
Apenas retazos, cada vez más vagos,
de lo que ya murió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario