el sol
no brille,
el miedo
insista en trepar
y lo consiga,
desde la cabeza
a la garganta;
así
extrañe
ese consejo, esa palabra
que sanaban
mejor, mucho mejor
que cualquier fármaco;
así
llore
porque te extraño un montón,
porque te hice enojar
-y no haya vuelta atrás-;
así
tu ausencia
me fortalezca,
aunque no siempre;
así
miles de cosas
se puedan salir de control;
así
todo pase
y sienta que extravié
el sentido, el rumbo;
así y todo
¡estoy viva!
si siento esto que siento
es por algo,
soy humana
y no soy precisamente
insensible, ni inmune a lo que ocurre
en mi, a mi alrededor,
a otros;
insisto:
te extraño.
Tu voz,
tus letras
serían
de gran ayuda.
Pero no importa.
Sabré cómo salir
de esta trampa
de este nuevo ardid
de mi atribulada imaginación
y volveré
volveré,
porque hallaré nuevos motivos,
-o los mismos-.
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