No sé si sirve,
si alcanza
entregar unas flores
¿por compromiso,
por lástima?
no es
nunca fue necesario.
En mi caso,
hallo flores
apenas, asomando a mi ventanal;
podría adquirirlas
pero las prefiero
en su ámbito natural.
No es amor
un ramo de flores
y luego, desinterés,
ausencia,
olvido.
No es amor
un obsequio,
solo es un obsequio,
se compra y ya;
nunca me importaron
esas cuestiones;
una sonrisa a tiempo,
un abrazo reconfortante,
un "vos podés"
son, por cierto,
los mejores regalos.
También
un café
estimulante
con unas ricas tostadas
en un día muy frío,
definitivamente,
es amor;
cualquier actitud cotidiana:
una ayuda cuando se necesita;
el apoyo,
el estímulo,
la palabra justa,
el elogio,
la crítica oportuna,
el escuchar al otro,
el entenderlo,
el aceptarlo
tal como es,
el compartir ideas,
así sean diferentes,
incluso, opuestas;
el renunciar,
el aceptar el final
de un vínculo,
sin rencores,
sin enojos,
sin venganzas.
Eso
también es amor.
El dar
sin esperar
y no arrepentirse,
¡jamás!
¡sin lugar a dudas,
uno de los mayores actos
de amor!
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