viernes, octubre 18, 2024

Elixir de esperanza

 Otra semana.


 Semana de miedos,

 de problemas,


 de risas,

 de proyectos;


 mas siempre y como siempre

 impregnada de ese elixir de esperanza,


 del misterio seductor que implica ignorar un futuro

 que podría, puede ser inmediato;


 de esos:

 mañana, quizás,


 pasado,

 la próxima semana.


Aunque este maravilloso día,

tan parecido al verano


es lo único que cuenta,

lo único tangible;


cada uno de los pensamientos,

los presagios,


los actos,


las decisiones,


en instantes,


se  esfumarán

o profundizarán;


estará la misma casa 

del techo de tejas


en el mismo sitio;


pero no será lo mismo,


no se sentirá lo mismo

al verla, al admirarla;


tampoco

a la enredadera,


ni a los árboles,


ni a los trenes,


ni a las personas;


nada será igual 

dentro de un segundo.


Por eso, un segundo

que parece nada


¡es tanto, es muchísimo!


Todo, absolutamente,

puede cambiar,


para bien,

para mal.


Dejar de ser importante

lo que fuera


y recuperar, segundos después,

su importancia;


así de relativo,


¡así de efímero!


el beso de hoy,

el abrazo,


no serán iguales a los de mañana.


ni los recuerdos,


ni los sueños,

ni los deseos,


ni los enfados;


pues, dentro de un rato,

mañana -o quien sabe a partir de cuándo-


nuestra perspectiva,

nuestra actitud


-absolutamente proclives

al cambio-,


revertirán

cualquier cuestión. 


Y en ello reside 

la magia


de la vida.

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Cristina Del Gaudio

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