Te busqué
entre libros,
ropa, papeles, detalles,
lo que fuera;
antes,
ahora,
siempre;
te busqué, te busco
al abrir, al azar, una página,
para hallar, quizás,
algún indicio,
todo en pos de reencontrarte.
Y no.
Te busqué
por estas calles,
por aquellas, cerca del mar,
por las tuyas,
por las mías,
por las nuestras.
Te esfumaste.
Sé dónde estás
pero intento no recordarlo;
cierro los ojos cada noche
y tampoco te encuentro,
aunque, en ocasiones,
me parece verte,
en una mirada ávida
que claro, no es la tuya;
en ciertos modos de caminar, de gesticular,
que se parecen bastante a los que recuerdo;
sí,
a veces armo en mi cabeza tipo "réplicas",
pero no sos vos,
no.
Ni siquiera se parecen
al vos de ahora;
en todo caso
a aquel chico, lleno de vida,
¡de planes,
de ilusiones de papel celofán,
de historias de colores, fantasías!
el chico
que me hacía sonreír,
siempre me hacías sonreír,
así, me costara;
me conformo, de algún modo,
con esos retazos con que armo
en mi imaginación
al hombre
que serás ahora.
El hombre
que nunca llegué a ver personalmente,
apenas,
en algunas fotografías.
¡Tanto hablarnos,
tanto escribirnos,
tanto prometernos!
pero jamás,
ni en sueños,
el abrazo tan deseado
sucedió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario