martes, marzo 21, 2023

Por la pendiente

 Como cuando era chica

 y me deslizaba, barranca abajo,


por ese montículo de piedras de canto rodado,

muy cerca de las vías del tren;


riendo,

repitiéndolo una, otra vez,


así

fue dándose mi vida


o la de muchos, no sé;


rodar, reír,

dejarse llevar,


caerse, a veces,

darse contra el suelo,


en ocasiones,

en varias ocasiones;


pese a todo,

insistir, volver a dejarse llevar,

reír, de nuevo,


antes de que sea tarde

y llegue el momento de llorar;


en fin,

nuestra existencia;


un momento, en lo alto de la "montaña",

luego, rodando, rodando,

entre goces y torturas


hasta caer,

suave, bruscamente,


según...


pero aquellos, -los de niña-,

eran todos tiempos buenos:


nada que temer,


¡los brazos de mi abuela,

siempre extendidos,

por si acaso!


¡cómo la extraño!


la recuerdo preocupada

o muy asustada


¡ni hablar, cuando me caí

de la bicicleta


en la plaza

de ese barrio!


que sigue siendo su barrio

aunque hace tantos años ella no esté,

físicamente, por ahí;


yo reía, ¡siempre reía!


y la abu, tratando de que nada malo

me sucediera;


ya no más, querida abuela,


a nadie importa

qué puede o no sucederme;


cada vez, menos afecto,

cada vez, más "carpe diem":


típico


de los tiempos en que ¿vivimos?

o algo así;


si me arrojo a través de la pendiente,

es muy probable, es seguro

que nadie esté allí,


me vaya como me vaya;


mis propios brazos

serán los que me sostengan,

los que me ayuden a levantarme


cada vez que caiga.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cristina Del Gaudio

Seguidores