viernes, abril 26, 2024

Mutaciones

 Hablando de "versiones"

 de uno mismo,


 no sé si en este momento

 alcancé la vara más alta (lo dudo);


 importa sentirse bien,

 pero no un "bien" de comodidad,

 de dejar de hacer, de dejar de decir:


 el mundo y sus entelequias

 seguirá perturbándome,

 invadiendo mi raciocinio,


mi espíritu,


influyendo

en mi destino, como en el de todos (?),


 en mil modos,

 en algunos casos, en muchos más;


 en fin,

 quizás esta sea la mejor yo misma

 apenas, desde ayer o anteayer,


 o desde hace un mes atrás

 o más;


pero tanto ayer como anteayer

como un mes o más atrás


mis circunstancias,

las de todos,

eran muy diferentes;


quizás, fui mejor

para  algunos,


peor 

para mí,


o igual que ahora,

-no podría establecerlo-;


en resumen,

hoy es otro día


y existo,

respiro, tomo café,

escribo,


protesto por los aumentos

de precios,


sigo interesándome

en esto de contar,


también de insistir en este tipo de catarsis;


soy un día más vieja

y cuando acabe, será un día menos por vivir;


sea la  "versión" que agrade o no a quien sea,

incluso a mí misma,


es posible que hoy no surja

ni para que me plantee estas cosas.


Lo que no significa

que siga y siga mutando


de "versiones" en "versiones".


Asumo que estos autoanálisis,

preguntas y repreguntas


caminarán conmigo


por el resto de mis días.



domingo, abril 21, 2024

¡Porque yo estuve!

 No creas que no:

 también extraño aquellos tiempos;


 tiempos en que el sueño

 era un despliegue de sueños,


 no de pesadillas;


 tiempos

 en que despertaba feliz


 solo porque sí;


 tiempos

 en que había tiempo,


 en que podías contar algo

 y te prestaban atención


y luego, tu interlocutor

hacía lo mismo y también lo escuchabas;


¡tiempos en que no te olvidabas

 hasta de los nombres de las personas

 por tener la cabeza plagada de preocupaciones


 y de miedos!


cuando te digo:

tenés que adaptarte,

es otra época, otra era,


otras circunstancias,


no te quedes con el pasado,

viví el ahora, este instante


¡yo misma

no lo estoy haciendo!


sí querría que mis abuelos regresaran,

volver a ir a tomar un helado al centro comercial de Munro

con mi abuela


y luego, a la calesita;


esforzarme por conseguir la sortija

para obtener más y más vueltas


para mí, para mi hermano;


tiempos en que las posesiones,

el auto, la cuenta bancaria,


no importaban;


no se vivía calculando

cuánto se tenía o no se tenía,


ni temiendo que ello

acabaría


¡como si se tratara

de una catástrofe!


tiempos

en que los niños eran niños

y los adultos, adultos


había códigos,

había derechos y deberes


y se respetaban,


al menos,

en el microuniverso

en que yo me crié;


tiempos

en que la palabra valía,


¡en que si alguien decía algo

era más probable que fuera cierto

a que no!


los hermanos menores

eran tesoros a cuidar, a proteger;


hoy, apenas

si veo a mi hermano


y si lo veo, casi no me habla,

de tan obsesionado que está con su trabajo,


con su dinero, con las cuentas,

con los beneficios que podría obtener

si comprara aquí o más allá;


¿qué mundo construimos

 para nuestros chicos: hijos, sobrinos, nietos?


un mundo carente, absolutamente

de magia, de ilusiones,


¡de ganas, de incentivos, 

de afecto!


muchas veces

lloro por esto.


¡Porque yo estuve!

fuí testigo de aquel mundo


perdido,


cuando los niños eran niños

y los adultos, adultos.

Similitudes

 Se aferran,

 

 se desprenden,


 cambian

 sus formas, su atuendo,


 una, otra vez;


 ¡vuelan!


 aterrizan

 en donde pueden,


 se atropellan

 entre sí,

 

 caen, se superponen,

 se unen a otros ejemplares,


 se separan,


se mojan;


el viento los arrastra

a su antojo,


y vuelve a depositarlos,

aquí, allá:


a las hojas otoñales,


a los hombres.

  

sábado, abril 13, 2024

Pequeñísimos

 Supuestamente,


 las tormentas

 no son para corazones heridos;


 pero la naturaleza

 ignora esto:


 sigue sus procesos,

 más allá de lo que puede o no provocar


¡somos tan pequeñísimos

 ante ella!


el sol 

no es garantía de dicha,

ni siquiera de bienestar;


pudo haber habido días soleados

muy muy tristes


que coincidieron con rupturas,

con pérdidas de la índole que fueran,


con discusiones, afrentas, 

enfermedades, padecimientos;


por el contrario,

días de viento, fríos, lluviosos


como hoy,


plenos de encuentros,

de cafés deliciosos compartidos


o no,


de reencuentros con otros,

con uno mismo;


el clima influye

en muchas cuestiones


pero no condiciona

el estado de ánimo ni las vivencias;


hoy llueve, el viento arrecia,


sin embargo,


acá están mis letras,

siempre entusiastas, 

nunca cansadas ni arrepentidas,


listas para acompañarme

despierta, dormida,


en días brillantes,

en días oscuros.

 


viernes, abril 12, 2024

¿Intento de escape?

 Finalmente,

 

 ¡nunca lo hubiera 

  siquiera, imaginado!


  no se siente

  más nada


  de nada.


  Ni temor, ni curiosidad,

  ni ganas de...

  

 se deja de buscar,

 de ansiar ser parte de...

 de llamar cierta atención;


 un día 

 uno se despierta


 y se sorprende al descubrir

 que esa angustia, esa necesidad imperativa

 de determinada atención,


de determinado discurso,


 se esfumaron,


 como tantas otras sensaciones,

 como tantos otros supuestos,


 como esa obstinación

 en obtener lo que en verdad, 

 no se desea,


cuando, quizás, solo fue un capricho,


¿un intento de escape?


 de pronto, todo se torna

 más calmo, más liviano.


¡uno se siente flotar!


sin esa presión, sin esas lágrimas crónicas,

externas e internas;


que le nublaban todo entendimiento;


¡Y decide preparar sus valijas! 


para regresar al lugar más preciado,

al lugar del cual nunca debió alejarse:


su propio yo. 

miércoles, abril 10, 2024

El mal no está en una "mala" palabra

 No existen

 las malas ni buenas palabras.


Existen palabras

que según el significado que se les de


a algunos o a varios

pueden resultarles, digamos, "malas";


en mi opinión,


hay acciones malas,

hay crímenes, asesinatos, robos, mentiras,

¡horrores!


y allí se halla lo "malo"

de una persona, de una familia, de una sociedad,

de un país, de quien sea y en donde sea;


una palabra no va a ofender

a quien no se sienta ofendido,


a quien haya hecho lo que tenía que hacer,

al que no se "quedó con el vuelto",


al que no engañó ni manipuló,

ni "transó";


hay frases que pueden resultar hirientes

pero a veces, son las apropiadas,


la situación, el agresor de turno,

la violencia

cuando es extrema, imparable,


podrían justificarlas.


¡Me parece ridículo acusar al que insulta

y no al que cometió el hecho ilícito que condujo a esa expresión "mala"!


Además, se sabe, ese mismo vocablo

que tantos colocan en la lista negra,


puede tener significados diferentes,

necesarios, en ocasiones,


elogiosos,

en otras.


No nos quedemos con la cáscara,

con las apariencias, con los grandes discursos moralistas,


-veamos lo que se oculta

detrás de ellos-,


veamos lo que en realidad

está pasando.


De otro modo,


la verdad, la honestidad,

la honradez, el orgullo de vivir en un sitio digno


no serán posibles


jamás.

lunes, abril 08, 2024

Pseudo-finales de ningún inicio

 No voy 

 a llorar ni siquiera

a escondidas;


 no esta vez.


 No voy a obsesionarme

 con tu presencia o no presencia;


si estás,

si escribís,

si mostrás.


 -Esto ya me lleva años

 de aprendizaje-.


¡Tengo tanto para descubrir

 dentro mío!,


 ¡tantas palabras, tantas historias,

 insisten en surgir, en instalarse aquí o en donde fuera!


 Todo, absolutamente, para compartir

 con quien lo desee, cuando así lo quiera.


Mi cabeza no para

de bajarme ideas que luego transformaré

en líneas, en algún tipo de escrito;


¡y no se detiene!


¿por qué perder el tiempo

 esperando, clamando por lo que sé

 que sucederá o no?


 ¿Por qué esos enojos,

  ese estado deplorable?


 apenas, se trata de pseudo-finales

 de ningún inicio.


Tengo mucho por hacer,

mucho para dar, mucho para contarme

para luego, contarles;


poemas, cuentos que aún

no se estructuraron


pero lo harán.


Prometo

no abandonarlos.


(Ni abandonarme)

El balcón de las oportunidades

 Tímidamente,

  se asoma


  al balcón

  de las oportunidades;


  lástima

  que en el fondo


  o no tanto,


  considere

  no merecerlas;


  entonces,

  se recluye en el margen

  del cuaderno de los exitosos,


  los que en apariencia,

  lo obtienen todo;


  ignora

  que ellos como cualquiera

   también supieron algún día

   -o siguen sabiendo-


   de incertidumbre,

   de inseguridades,

    miedos;


   de no sentirse parte

   de lo que fuera;


   él cree

   ser el único,


   el "perdedor",


   el que no supo hacerlo,

   no pudo, no se atrevió;


   cualquiera y él también

   es capaz de decir, hacer lo que fuera


   solo es cuestión

   de tomar las riendas

   del propio destino,


   en lugar de abandonarse

   a sus supuestos designios.


   Tímidamente,


   se acerca a alguien

   pero... no se acerca.


   ¡Tal el temor

   a ser rechazado!


   ese temor

   se lo impide todo.


   Le resta mirar  

   a través de la ventana


   y observar a los demás:


   haciendo, estando, siendo,

   amando, ¡viviendo!


  mientras él

  dejó, deja adormecer sus posibilidades


  ¡al no hacer ni el más mínimo intento

  de ponerse "online"!


  potenciar sus ideas,


  crear o recrear sus sueños.


  

  

    

sábado, abril 06, 2024

Momentos que deberían atesorarse

 Abrir

 y encontrarte


 con quien menos esperabas.


Dos, tres palabras,

quizás, más,


¡una sonrisa!


bastan.


¡Llenan tu día!


no importa el tiempo

que pase

hasta que se repita


-o se repita pero en forma diferente-.


Importa ese instante,

haya durado lo que haya durado,


lo compartido,

el placer de lo compartido,


suplantan

ese tiempo que tantos

considerarían "lógico";


tal vez

no sean normales:


la situación,

las diferencias,

las distancias, 


¿distancias?


las intenciones,

los corazones,

las ganas


deciden

si existen o no distancias


o si son ficticias:

excusas, temores,

prejuicios;


nada es imposible

si se desea en verdad,


si se dice lo que quiere decirse,

si se consigue esa empatía

que a veces, a algunos 

resulta tan difícil;


en fin,


esos momentos

deberían atesorarse,


cuidarse

como a una pequeña planta.


Suceda lo que suceda

luego,


no debería 

ser preocupante.


Cuenta este hoy,

esta alegría inesperada,


este intercambio,


este fragmento invalorable

de nuestra vida.




El poeta y su universo

 El poeta,

 cultor de las utopías,


 inclina su cabeza.


 Entonces, ¡le llueven tantísimas palabras!


 palabras

 que fervorosas,


 transforma en frases,

 poemas, otro tipo de escritos;


 trabaja incesantemente,

 pues sus ideas

 no cesan de desfilar


 intermitentes,

 clamando por surgir,

 quizás, por ser leídas


 quien sabe por quién

 quien sabe en qué sitio;


 pues eso no le importa;


 sacia su espíritu, su ímpetu en decir


 y sonríe,

feliz o amargamente


según se de;


el poeta


nunca cesa de escribir,

así no se lean sus letras,


así él mismo, en ocasiones,

las rechace, las niegue, inclusive,


se enoje consigo

por haberlas colocado en ese blanco


al que tantos, pocos o ninguno

asistirán.


El poeta

no puede renunciar,


no debería.


Es la voz de los que callan

tantas cosas, tantos amores, deseos,


tantas bellas palabras

que anhelan pronunciar,

escribir,


mas se detienen.


¿miedo?

¿vergüenza?


el poeta

ignora la respuesta;


sigue y sigue transmitiendo

lo que tantos callan,


los que a pesar 

de que sus corazones ardan,

no resistan más tanto

silencio,


al leer, abrazar las palabras

del poeta desconocido o conocido


alivian sus tribulaciones,

suavizan esa dolorosa sensación de soledad;


por el contrario, el poeta

no teme a la soledad,


¡es su gran aliada!


en su compañía, transita por muchísimos recuerdos,


por las imágenes, las personas, los hechos

que lo atravesaron  en ese, en en otros días;


siempre habrá una lapicera, un papel

para encauzar esas experiencias;


¡su propio universo!


a veces tan poco comprendido,


su creación,


su invocación

a imaginar,

emocionarse, sentir


pero también

actuar,


vivirlo todo


intensa, apasionadamente.






viernes, abril 05, 2024

El día en que agradecemos estar

 No es otro día de sol,

 no es otro saludo


 a las personas con las que uno se cruza

 con frecuencia;


 ¡es el día más importante e inolvidable!

 haya o no sol;


el día en que despertamos

y agradecemos estar, tener ganas,

tomar nuestro café,


mirar por la ventana

y soñar...¡nunca dejar de soñar!


por eso, no es un mero día más,

podría ser el mejor de nuestra vida

o uno de los mejores:


si los recordamos y olvidamos por un rato

los que no fueron tan buenos,


la sonrisa volverá

y otras, muchas, le seguirán


entonces, el resto de este otro,

de este nuevo comienzo


será nada menos que eso:

un nuevo comienzo;


nada se sabe del día siguiente

hasta que llegue;


¡cuántas veces imaginamos

lo peor y no sucede, sino todo lo contrario!


hasta los recuerdos

se transforman de un día para el otro:


la perspectiva,

el modo de pensarlos, de traerlos de nuevo,


su comprensión,

su aceptación.


Por eso,

no es un amanecer, un atardecer más


sino menos.


Sería grandioso salir a vivirlo,

¡ya, ya mismo!


antes de que la noche lo oculte

en su manto oscuro


y nos reenvíe


a la incertidumbre

del mañana.



martes, abril 02, 2024

El corazón sabe

 Probablemente,

 no suceda

 otra vez;


 pero eso no quita

 que sucedió


 en más de una oportunidad;


quizás, aún se daría,

quizás, el corazón no revele del todo

sus secretos,


(sabe

que duele).


Por eso calla,

por todo eso que conoce,


todo eso

que no debió extinguirse jamás.


La mente, entretanto, se distrae

en miles de problemas, en supuestas alegrías,

banalidades,


¡en supuestos amores!


en tanto, el corazón

sigue en su hermetismo.


Salvo si la mente acudiera en su auxilio,

callará todo,


¡todo eso!


que celosamente, guarda

aunque ansía suceda,


ansía

alcance


a esos dos que piensan demasiado;


entretanto,

el tiempo se evapora,


ellos parecen no darse cuenta

de la fugacidad inexorable


de la vida.



Cristina Del Gaudio

Seguidores