Probablemente,
no suceda
otra vez;
pero eso no quita
que sucedió
en más de una oportunidad;
quizás, aún se daría,
quizás, el corazón no revele del todo
sus secretos,
(sabe
que duele).
Por eso calla,
por todo eso que conoce,
todo eso
que no debió extinguirse jamás.
La mente, entretanto, se distrae
en miles de problemas, en supuestas alegrías,
banalidades,
¡en supuestos amores!
en tanto, el corazón
sigue en su hermetismo.
Salvo si la mente acudiera en su auxilio,
callará todo,
¡todo eso!
que celosamente, guarda
aunque ansía suceda,
ansía
alcance
a esos dos que piensan demasiado;
entretanto,
el tiempo se evapora,
ellos parecen no darse cuenta
de la fugacidad inexorable
de la vida.
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