¡Ay, del árbol!
en su soledad frondosa,
despojada,
no se detiene
no repara en aplausos,
ni en desinterés
ni en rechazos;
nada frena sus distintas mutaciones,
al exhibirse verde, amarillo, desnudo,
pleno de flores, de frutos;
¡Ay, de esos desinteresados
dones!,
observado por pocos,
por nadie;
no cesará en su reinicio,
salvo que la misma naturaleza
acabe con el;
mas si no es así,
su mágico esplendor
es siempre para todos,
así
no lo sepan;
¡Ay, del sol!
ansiado, amado,
rechazado,
despliega
sus poderosos rayos
que transforman el paisaje,
brillando
calentando, en épocas heladas,
sea acariciando
suavemente
o cayendo con toda su fuerza
sobre la tierra sedienta;
el astro mayor
ejecuta sus designios
sin importarle
la opinión,
la presencia
de quien sea;
¡Ay, de la naturaleza toda!
ofreciéndonos tanto,
sin pedirnos nada, absolutamente nada;
sin embargo,
se la ignora, tantas veces,
se la perjudica, se la extermina
en detrimento
de la salud,
la supervivencia del humano;
¡Ay, si los hombres
nos asemejáramos, siquiera,
en esa labor,
responsablemente desinteresada,
generosa,
sin saberlo,
de nuestro entorno natural!
no perderíamos
nuestro valioso, corto tiempo
especulando, compitiendo,
comparándonos unos con otros,
envidiando, ¡maldiciendo!
odiando al que consideramos diferente;
inmersos, en tantos casos,
en guerras interminables,
en pos
de lo que menos sirve,
alejados, muy alejados
de lo que en verdad importa;
cargando en nuestras espaldas
todo ese dolor de nuestros iguales,
rechazados por enarbolar la bandera que sea,
adherir al dios que prefieren,
a las ideas, a las posturas que escogen,
por adoptar determinados hábitos heredados
-o elegidos-;
en fin, mientras la naturaleza
nos da clase de incondicionalidad
día tras día,
insistimos en nuestro egoísmo,
nuestra valoración de lo material,
del dinero, del poder
a costa de quien sea,
olvidándonos
de las carencias, del padecer,
de la miseria ¡real! de tantos
inmersos, por completo
o casi
en nuestras miserables miserias,
¡creyéndonos
importantes!
ahogados
en nuestro propio excremento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario