Todavía
está.
Como yo,
como tantos;
respira,
brinda, incondicionalmente,
oxígeno;
tempestades implacables
lo azotan;
aun así, sigue.
Ni sospecha
el estado de felicidad
que me produce
el solo hecho de verlo
de pie.
También estoy de pie;
así, me azotaran tempestades,
intentaran derribarme en mil modos,
ensombrecerme,
empequeñecerme.
De eso se trata.
De resistir.
Cada uno desde su lugar,
su rol, su poder hacer, su poder ser,
¡siendo lo que se es,
pensando, aportando ideas,
sumando, apoyando
quizás, a los más débiles,
a los más temerosos!
es todo.
Como el pino.
Como todos los pinos y demás árboles,
flores, arbustos,
la naturaleza, íntegra:
desinteresadamente.
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