Vos eras el "grande",
en todos los sentidos;
yo te seguía,
adhería a tus gustos,
a tus elecciones,
¡a tus decisiones!
eras mayor
y con experiencia;
y yo
más joven,
con poca o cero experiencia.
Me sentí elegida
por los dioses del Olimpo
cuando me invitaste
a tomar ese café.
Pero eso fue al principio.
Luego, tus películas favoritas,
tu música preferida,
tus lugares,
tus elecciones de prácticamente todo,
tus indicaciones:
claro,
también respecto a mis cosas;
te pregunté
estando a varios kilómetros de casa,
si te pasaba algo,
porque te notaba "raro".
¡Sin preámbulos
me dijiste que ya no sentías lo mismo
que antes!.
¡De pronto, pareció
que el mundo se me había caído encima!
alejada de mis padres,
de mis amigos, de mi vida
¡estaba con un hombre
que de un día para el otro, se había vuelto un desconocido!
No sé cómo
preparé mi ropa y lo demás, asustada
y apurada.
Por suerte, tenía dinero.
Intentó detenerme,
-aunque no fue tan vehemente-.
Me encontré sola e insegura
en esa terminal de micros helada.
Subí al ómnibus
llorando
pero curiosamente,
al poco rato,
sentí dentro de mí
una fuerza inusitada,
¡al fin tomaba una decisión importante
...y sola!,
como nunca
antes.
Y eso que había habido
indicios...muchos
que no supe o no quise ver.
Años después
lo encontré en un bar
de por ahí.
Se sentó
a tomar un café
sin decir palabra.
Yo no le pregunté
nada,
¿para qué?
al rato,
es un gusto verte,
-dijo-,
también para mí,
-dije-,
y así partió mi primer amor,
-partida que ya se había anunciado tanto tiempo antes-.
en realidad, lo que yo había rotulado
como "primer amor".
El...no sé,
¿una novedad, un experimento, una atracción efimera?
tal vez...
en cuanto al amor,
admiración, idealización,
proyección, ¡planes a futuro!
como prefieran...
al parecer, los viví
a solas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario