Alguien te había visto,
alguien a quien no conozco;
alguien te mencionó:
me pareció ver tu sombra
alejándose, siempre alejándose.
Mi cabeza o mi corazón
insisten e insisten en participar
de aquel ¿amor?;
al parecer, esos sueños regresan
después de tanto no esperarlos.
pero pasó:
apenas, tu figura,
tu rostro,
desdibujándose,
huyendo, una vez más,
¿de mí?
me dolió despertar,
¡me dolió despertar!
con la certeza
de que quedará
en una imagen del pasado
enmarcada en neblinosas secuencias;
solo serás eso,
lo que en verdad, fuiste siempre
aunque mi ilimitada pasión
de entonces
se resistía y se resistía
a aceptar
¿tu inminente olvido?
mas hoy, después de un largo rato,
entiendo, -más allá de cuánto entristece-
que dondequiera que hayamos estado,
tu inconmensurable ausencia
no se separó, jamás,
de nuestro lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario