domingo, octubre 20, 2019

Re-invitación al embeleso

¿Será cierto
lo de ese lazo?

de pronto,
si ocurre algo,
lo que fuera,

muy malo o muy bueno

se experimenta algo especial,
una especie de tirón fuerte,
a veces;

hasta se escucha, en medio del silencio,
una de aquellas palabras;

quizás, llegue
desde algún recoveco
de nuestra mente,

de nuestro inconsciente.

¿Y si no fuera así?

cuando un dolor, un peso agobiante
nos preocupa,

cuando una situación, por ejemplo, afectiva,
nos agobia,

cuando cualquier otro problema nos acorrala,

ahí está,

de nuevo,
ese algo, eso inexplicable
que habita, al parecer, dentro nuestro,
o tal vez, provenga del universo.

De un modo u otro, nos retrotrae
a determinada situación
que habíamos considerado superada,

olvidada,
aniquilada
por siempre;

¿por qué, entonces, esa necesidad
de una re-conexión?

¿por qué, aun existiendo tantas personas,
tantos seres queridos o algún ser querido
a quien volcarle eso que nos inquieta
no alcanza, no sacia?

¿por qué esa urgente predisposición
a pensar, siquiera, en quien creímos
o nos obligamos a creer

en su inexorable,
irreparable olvido?

no sé el por qué,
no lo entiendo.

No puedo llamarlo amor,
ni extrañamiento;

tal vez, la reiterativa insistencia
en aferrarse a lo absolutamente inasible,

pues, lo cotidiano,
la supervivencia diaria,

en momentos complicados,

nos arrebatan las ansias,
derriban, por largo rato,
hasta las ganas de soñar;

de ahí, la búsqueda desesperada
de la voz, la frase escrita
que levanten,

que re-inviten
a la emoción, con las inevitables lágrimas,

a los más entrañables recuerdos,

al embeleso;

y por ese lapso temporal
-así sea muy muy efímero-

sentimos
o creemos sentir

que lo daríamos todo,
que haríamos cualquier cosa;

y no nos importa, no nos avergüenza,
nada nos impide, al parecer,

reiterar ese llamado,
enviar un mensaje,

a pesar de que sepamos,

a pesar de tener la más irrevocable certeza

de un nuevo,
-¡otro!-

fracaso.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cristina Del Gaudio

Seguidores