Solo eran palabras,
palabras que pudieron ser de alguien
¿conocido?
supuse que sí,
aunque no más
que el que en realidad las escribía;
palabras
que esperaba
con ansiedad inusitada,
esa ansiedad que había olvidado:
me arrojaba
sobre el celular
y ahí estaban.
Algunos pensarían que no tuvo sentido,
la mayoría lo vería como a una pérdida de tiempo;
fui ingenua, muy ingenua
o tal vez, necesitaba creerle
¿y qué?
¿les parece, acaso, una pérdida de tiempo
sentirse, imaginarse "elegida"
así, se de por unas horas,
un día, una semana?
¡aquello fue intenso,
claro que lo fue!
en un breve lapso,
un sinfín de expectativas;
la felicidad
del supuesto sueño cumplido
como cuando niños
recibimos, sorpresivamente,
la tan anhelada bicicleta.
Un espejismo,
un lago
en medio de un desierto;
pero bebí,
les juro que bebí
con avidez
de ese lago
proyectado
por, para mí;
creado por alguien
que todavía no sé qué buscaba
no entiendo ni entenderé
el motivo de fingir ser ese otro,
¿para que yo creyera
que era, realmente, quien suponía
e inmersa en ese estado, exultante,
en ese imperativo deseo de que fuera cierto,
poder manipularme
a su antojo?
hoy
que pasa esto
-que si no es lo peor
se le parece y bastante-
le pediría que regresara,
le diría que extraño
aquello,
extraño sentirme de ese modo,
a quien sea que haya sido,
a quien sea que es;
que volviera a engañarme,
aun sabiéndolo;
le diría que me dio esperanzas,
ánimo, alegría,
que renovó increíbles sueños
que ni por un momento pensé
que retornarían;
Fuí la mejor,
me sentí la mejor,
la única, la más linda,
la más interesante.
¡Aún persisten en mi mente,
en mi alma,
tantas de esas frases!
ese saludo:
¡Hi!
que mañana tras mañana abría mis ojos,
daba sentido al entonces previsible
existir.
...................................................................
Lo que acabo de contarles
sucedió
casualmente o no,
poco tiempo antes
de esta pseudo-vida.
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