Tantas cosas
dije, escribí;
humildes palabras a modo de homenaje,
para aliviar, apenas
el dolor;
pasaron muchos años
pero parece ayer
y eso que no era consciente,
eso que vivía en "mi mundo",
sin ocuparme
en qué me depararía el futuro;
apenas
hacía lo que podía
en aquel presente;
si alguien me hubiera dicho:
tu padre va a morir pronto,
no sé si le habria creído,
pues él se mostraba
-o intentaba mostrarse- activo,
como siempre,
¡nuestro apoyo,
el pilar que sostenía
a todos!
en principio, a su familia,
también a sus amigos,
incluso, a conocidos
que lo necesitaran;
por eso,
no voy a detallar,
de nuevo cómo fue;
ya dije en mil ocasiones
que no pasa un día
sin que lo recuerde,
mucho más
en los momentos difíciles,
cuando me siento sola,
cuando tengo miedo,
cuando alguien es injusto conmigo,
cuando necesitaría que quien sea me preguntara:
¿cómo estás?
a veces
me derrumbo por trivialidades,
lo sé;
pero con respecto a su pérdida,
no sé bien cómo explicarlo:
es como una herida
que sangra por dentro,
que nunca va
a cicatrizar;
así
el día sea hermoso
en mil sentidos.
Como este día,
en especial
en que me prometí
no llorar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario